Hijos cambiados. Habla uno de los padres damnificados en la ciudad de Concordia

"La Justicia no nos apoyó y ahora dicen que somos los responsables"

César Rodríguez dijo que los jueces "pretendían la restitución como un pase de pelota y sin ayuda profesional"

Lizi Domínguez / La Capital

Concordia (enviados especiales).- A dos días del cumpleaños de Soledad Antonella y Angel Gabriel, los niños que en 1999 fueron intercambiados minutos después de nacer en el hospital Felipe Heras de esta ciudad entrerriana, continúa resonando a nivel nacional la decisión de sus progenitores de renunciar a su paternidad biológica y continuar criando hijos ajenos por haberse encariñado con ellos.

La equivocación cometida por personal del nosocomio se comprobó hace cuatro años cuando se conoció el resultado de los análisis de ADN -dispuestos por el juez de Instrucción de Concordia, Martín Carbonell- practicado a las partes involucradas, los cuales indicaron que había un 99,9 por ciento de probabilidad de vínculo paternal entre el niño y la pareja conformada por César Rodríguez, de 24 años, y María de los Angeles Salas, de 18 años, y un 99,98 por ciento entre la niña y María Griselda Camacho, quien había dado a luz en el mismo lugar y casi a la misma hora que la adolescente.

"Ni bien nos enteramos del error nosotros estábamos dispuestos a hacer la restitución de la nena pero como correspondía, con la ayuda de un profesional para que el cambio no fuera tan brusco. Después no sé por qué eso quedó en la nada si bien pretendían igualmente que hiciéramos el cambio como un pase de pelota. Ahora las criaturas ya son grandes y se dan cuenta. El nene no va a querer estar conmigo a la fuerza porque hace más de cuatro años que no tenemos contacto", explicó Rodríguez a La Capital.

"La justicia no nos apoyó cuando más la necesitábamos y después de 6 años salen a decirnos que somos los culpables de lo que nos pasó siendo que no tenemos nada que ver. Con mi mujer empezamos a reclamar desde el primer minuto en que nacieron los chicos y las cosas se aclararon dos años después, cuando a ellos se les ocurrió hacer un ADN", agregó.

El joven padre se lamentó de que "el error más grande que cometimos fue entregar al hospital la constancia que nos dieron en un primer momento de que habíamos tenido un varón. Cuando mi hermana fue a reclamar, una enfermera rompió el papel, lo tiró en el cesto y escribió uno nuevo donde cambió el sexo a femenino, por lo que perdimos una prueba muy importante".


Darse cuenta
Desde el momento en María de los Angeles supo de parte de la obstetra que había tenido un varón pero luego, cuando horas más tarde le cambió los pañales y descubrió que había recibido una nena, la joven no cesó de asegurar que hubo un error de parte del personal del hospital Las Heras.

"Yo al principio no le creía y le decía «vos te hacés la cabeza». Cuando hacíamos los reclamos nadie nos escuchaba, más aún, siendo menores de edad, y ni yo mismo me creía lo que estaba diciendo. Recién abrí los ojos después que conocimos el resultado del ADN", comentó Rodríguez, que desde hace tiempo está desocupado aunque obtiene algunos ingresos fabricando ladrillos de barro.

El infortunado padre recordó que el 16 de agosto de 1999 llevó a María al nosocomio con fuertes contracciones pero "no me dejaron presenciar el parto". Al respecto denunció que "si tenés plata te hacen pasar y si no, te dicen: andá, rajá y quedate allá atrás escondido, mientras te cierran como seis puertas en la cara. Es más, si ven que la parturienta es una chica medio quedada y que no entiende nada, ahí nomás te durmieron y hasta te pueden decir que el bebé falleció. Nosotros nos dimos cuenta del cambio de los chicos porque eran de distinto sexo, porque de lo contrario ni nos percatábamos". Por otra parte observó que por aquel entonces "a los bebés no les sacaban la huella plantal sino que las mujeres parían y después les repartían las criaturas. Después de lo que nos pasó a nosotros comenzaron a ponerles un sellito o una pulserita".


Acciones judiciales
Tras comprobar científicamente el cambio de bebés, César Rodríguez y María de los Angeles Salas iniciaron una demanda al Estado entrerriano por 100 mil pesos por el daño moral ocasionado por negligencia del personal del hospital provincial. Esta semana el Juzgado Civil y Comercial Nº 3 de Concordia a cargo de Mónica Pelayo de Dri emitió un fallo a favor de la pareja aunque fijó una indemnización de 10 mil pesos, el cual sería apelado por los abogados de los damnificados -Alejandro Giorgio y Guillermo Pasquet- ante la Cámara de Apelaciones de Concepción del Uruguay, por considerar esta suma insuficiente.

Asimismo la magistrada dictaminó que las cargas de la responsabilidad por el cambio de los bebés recaigan en el hospital debido a que la autoría del cambio fue adjudicado al personal que desempeñaba tareas en el mismo y cuestionó a los médicos del hospital que, informados del posible error por la madre de uno de los bebés, "no sólo no verificaron la identidad del recién nacido, sino que modificaron los registros para que coincidieran con la situación fáctica y extendieron el certificado de nacimiento incorrecto, alterando la identidad del hijo de los actores".

Por su parte, María Griselda Camacho y José Luis González, alias Cafecinho , los padres de Soledad, no iniciaron acción judicial alguna y la mujer sólo accedió a someterse oportunamente a los análisis de ADN. González cumple una condena por homicidio en la cárcel de Gualeguay hace unos cinco años.

"Para mí que ella -por Camacho- niega lo que pasó o prefiere creer que no es cierto. Seguro que después de que pasó lo mismo que nosotros, o sea, enterarse después de dos años de criar una criatura que no era suya, miró al bebé y decidió salir de tribunales y seguir con su vida normal", opinó Rodríguez.

"Yo como padre quiero a mi hijo y me gustaría verlo, pero no sé siquiera dónde vive", se lamentó el hombre.

Soledad Antonella, que pasado mañana cumple 6 años, junto a César Rodríguez, el padre que la crió.