Tras un trasplante, tiene dos corazones que laten a la vez

Un ama de casa mendocina se convirtió en la primera mujer en el país que recibe la singular ablación

Una mujer fue trasplantada y ahora tiene dos corazones que laten al unísono, convirtiéndose así en la primera en el país que recibe una ablación de esta naturaleza, informaron ayer fuentes hospitalarias.

Se trata de Gladys Puertas, una mendocina de 43 años, que fue intervenida quirúrgicamente en el hospital Italiano, de Guaymallén.

La operación, cuarta de este tipo en Mendoza en las que tres pacientes anteriores son hombres, se realizó el jueves y fue coordinada por el cardiocirujano Claudio Burgos, quien dirigió su equipo por más de cuatro horas para aplicar con éxito esta novedosa técnica de los dos corazones.

Gladys había entrado en emergencia nacional del Incucai el 6 de agosto como consecuencia de su enfermedad crónica denominada microcardiopatía dilatada terminal de origen chagásico, se indicó.

Burgos explicó que para revertir esta situación se le practicó de urgencia "un trasplante heterotópico que consistió en incorporar un segundo corazón que se hará cargo de la circulación general a través del ventrículo izquierdo".

"Este -agregó- quedó ubicado hacia el hemitórax derecho, a la misma altura que el órgano nativo, lo que se consiguió gracias a la intervención de 17 profesionales del Servicio Cardiovascular".

El cardiocirujano detalló después que mientras tanto el corazón enfermo de la trasplantada sólo se ocupará "de la circulación pulmonar por medio del ventrículo derecho".

Burgos dijo ayer que está "muy satisfecho con la evolución del posoperatorio", mientras que los familiares de la paciente no salían del asombro de que Gladys "tenga dos corazones".

Se calcula que en tres semanas la mujer trasplantada podrá recibir el alta médica "siempre que la evolución sea la esperada" y sólo concurrirá "a los controles de rigor", señaló el médico.

La mujer es ama de casa y reside en Carmensa, un distrito de General Alvear, departamento distante 323 kilómetros al sur de la capital mendocina.

Tras la operación, el esposo de la paciente, Juan José, y su hija Valeria, de 18 años, que dijo que acompañó a su madre "en todo momento y hasta que despertó", dieron "gracias a Dios" por el resultado de la intervención quirúrgica y también agradecieron "el gran trabajo profesional del doctor Burgos y su equipo". (Télam)