Escapó de una cárcel de máxima seguridad en la provincia de Córdoba

Intensa búsqueda en Córdoba de un evadido peligroso

Mario Luzi iba a ser juzgado por un secuestro la semana próxima. Detuvieron a los guardias del penal

La policía cordobesa buscaba ayer con un inusual despliegue de efectivos en distintos puntos de la provincia, apoyo aéreo y rigurosos operativos de control en rutas, a Martín Ernesto Luzi, un peligroso delincuente apodado El Porteño, que antenoche se fugó de la cárcel de máxima seguridad ubicada en la localidad de Bouwer.

Luzi, quien inexplicablemente escapó en un vehículo del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) junto a los reclusos Gustavo César Sosa y Gustavo Alfredo Sánchez, está acusado de haber secuestrado en marzo de 2003 al productor rural Marcelo Dezotti y esperaba ser sometido a juicio desde el próximo jueves en la Cámara 4ª del Crimen de la ciudad de Córdoba.

Por esta espectacular primera fuga que se registra en el penal de Bouwer quedaron arrestados por orden de la justicia los nueve penitenciarios que se encontraban de guardia en el momento del escape.

El fiscal general de la provincia, Gustavo Vidal Lascano, consideró que se trata de un "hecho grave" y dijo que se abrió "una severa investigación para esclarecer lo sucedido"; mientras que el fiscal de Instrucción de turno, Roberto Matheu, investiga si hay responsabilidad de "altos mandos" del SPC en la citada fuga.


Sin problemas
El delincuente más temible y -supuestamente- mejor custodiado de Córdoba logró escapar con llamativa facilidad de ese establecimiento penitenciario considerado de máxima seguridad ubicado en la vecina localidad de Bouwer, en un vehículo del SPC.

Luzi y sus cómplices llevaron como rehenes a siete personas, de los cuales cinco eran guardias y dos reos que eran trasladados de regreso al penal tras recibir el alta médica en el Hospital de Urgencias.

El utilitario apareció abandonado poco después cerca de barrio Nuestro Hogar III junto a las personas que habían sido retenidas por los prófugos.

En la madrugada de ayer los uniformados encontraron un automóvil Ford K que actuó de apoyo, en cuyo interior fueron halladas una ametralladora, dos pistolas calibre nueve milímetros, un equipo de comunicación, cargadores y una caja con municiones.

Durante los operativos desplegados inmediatamente después de registrarse la espectacular fuga, en las inmediaciones de la cárcel fue detenido el padre de Luzi, quien quedó incomunicado e imputado por su presunta complicidad en el escape de su hijo, según informó la Secretaría de Seguridad.

El jefe de Policía, comisario general Iban Altamirano, supervisó personalmente el operativo de búsqueda del delincuente, que incluye el despliegue de efectivos de la capital cordobesa y la participación de todas las departamentales de la provincia, aunque también fueron alertadas las fuerzas policiales de las provincias limítrofes.

Mientras tanto, la Jefatura de Policía, la Secretaría de Seguridad y las autoridades del Servicio Penitenciario mantienen un cerrado hermetismo sobre la forma en que logró fugar uno de los delincuentes más peligrosos, pese a existir firmes indicios de que intentaría escapar antes de iniciarse el juicio.

El fiscal Gustavo Vidal Lascano declaró a la prensa que se trata de un "hecho grave como cualquier fuga, lo que pasa es que con la relevancia que tiene este individuo como partícipe de estos hechos tan graves, adquiere más relevancia aún".

Por su parte, el fiscal de Instrucción de turno, Roberto Matheu, quien tiene a su cargo las actuaciones del caso, dijo que abrió una investigación para comprobar si existe "responsabilidad de altos mandos del Servicio Penitenciario de Córdoba por la fuga" de Luzi.

Matheu precisó que se evalúa si hubo "connivencia de algún tipo" por parte del personal de seguridad que fue imputado a raíz del hecho. (DyN-Télam)

Mario Luzi, cuando aún estaba preso.