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domingo,
14 de
agosto de
2005 |
Ofrece vender o canjear sus
órganos para salvar a su mujer
Desesperado pedido de auxilio de un empleado municipal de La Rioja. Su esposa padece un cáncer
Un empleado municipal de la provincia de La Rioja decidió vender o canjear sus órganos a través de Internet para afrontar los gastos que demanda el tratamiento de cáncer que padece su esposa.
Rubén Moro vive con su mujer y sus dos hijos de 5 y 8 años en la localidad de Olta, a 160 kilómetros al sur de la capital provincial.
El sueldo de Moro no supera los 250 pesos por lo que decidió apelar a Internet y ofrecer sus órganos a la venta para saldar las cuentas por el tratamiento de su esposa, la escuela y el alimento de sus hijos.
La esposa de Moro está actualmente internada en el Hospital Italiano de la Capital Federal, donde es sometida a sesiones diarias de quimioterapia y radioterapia, a raíz de un cáncer de mama.
La enfermedad se le detectó a fines de 2004 y entre los viajes a Buenos Aires y el mantenimiento de los hijos, su salario como empleado municipal se evapora en pocos días.
Moro dijo ayer que su situación "es desesperante" y que hará "lo imposible" para salvar la vida de su mujer.
"No quiero dejar de hacer el esfuerzo, lo que me dicta mi conciencia de esposo y compañero, y que mis hijos sepan que por su madre se hizo lo posible y hasta lo imposible", declaró.
"Por esto, he decidido vender o canjear mis órganos al mejor postor para salvar la vida de mi esposa. Les pido a los medios de prensa que se solidaricen con mi causa difundiendo mi dirección de correo electrónico que es [email protected]".
Moro expresó a que no ve otra salida para su problema. "Percibo -dijo- un sueldo de 250 pesos y tengo que pagar el alquiler de la vivienda y además mandar a mis hijos a la escuela".
En medio de su angustia, Moro aprovechó días atrás una visita del presidente Néstor Kirchner a la ciudad riojana de Chamical para pedirle ayuda. "Le entregué una carta para que conozca mi situación", contó, y recordó que también solicitó en reiteradas ocasiones audiencias con el gobernador de la provincia, Angel Maza, pero que nunca recibió respuestas. "También intenté ver al intendente y a otros funcionarios pero nadie me recibe", acotó.
Moro contó que en el Hospital Italiano de Buenos Aires se determinó la gravedad de la enfermedad de su esposa a través de dos tomografías computadas, estudios a los que no tenía acceso en la localidad donde vivía.
El hombre relató que además se sometió a un tratamiento particular con crotoxina que dio resultados, pero cuyo costo tuvo que afrontar toda la familia."Asumimos el pago de cinco mil pesos, lo cual nos dejó a todos en una situación económica muy angustiante", finalizó. (Télam)
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