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 domingo, 14 de agosto de 2005  
Las acuarelas de Hermenegildo Sabat derrochan alcohol
El genio del dibujante se exhibe en el Museo Estévez

Eugenia Langone / La Capital

Desde Gatica y Aníbal Troilo hasta Humphrey Bogart y Raymond Chandler, sin dejar de lado al chileno Pablo Neruda. El eximio caricaturista Hermenegildo Sabat -aunque también poeta, pintor y fotógrafo- sometió a estos personajes a la acuarela y al pincel para crear lo que llamó un "inventario parcial de alcohólicos conocidos": una serie de obras que junto a pequeños textos formaron parte de su libro "Abstemios abstenerse". Ahora, los originales están en Rosario y se exponen en el Museo Estévez hasta el 11 de septiembre, de jueves a domingo, de 16 a 20.

Pintores, poetas, escritores, músicos, actores, deportistas y hasta míticas figuras de la política forman parte de este inventario, que llega ahora a la ciudad despojado de los textos con los que se editó el libro.

Los escritores norteamericanos Ernest Hemingway y William Faulkner, junto al padre del bossa nova Tom Jobim, son las figuras que abren la muestra, que presenta a los personajes en tríadas. Y continúan los pintores Henri de Toulouse Lautrec y Amadeo Modigliani, acompañados del norteamericano Jack London.

Eso sí, todos copa en mano. Pero cada uno con estilo propio. El primer mandatario inglés Winston Churchill es retratado con su mítico habano entre los labios, al igual que Humphrey Bogart lleva el cigarrillo en la boca, el piloto y su sombrero. Mientras que el desenfadado Charles Bukowski elige dejar de lado las copas para tomar de la botella, y Dylan Thomas se enfrenta a una fila de vasos llenos.

Y entre los locales, no faltan Aníbal Troilo, el legendario Gatica, el dibujante Oscar Conti y el artista plástico Lino Spilimbergo. Todos ellos, según indicó alguna vez el propio Sabat, son "personas queribles".

A esas acuarelas también se suman tres obras de su libro "Dos dedos". No sólo un homenaje al jazz -una de sus grandes pasiones-, sino también al eximio guitarrista belga Django Reinhardt, que en estos dibujos aparece junto a los saxofonistas Coleman Hawkins y Benny Carter.


Las enseñanzas del abuelo
Hermenegildo Sabat creció entre las obras de su abuelo y de su padre, ambos caricaturistas y dibujantes. Y aunque Menchi -como todos lo llaman- no conoció a su abuelo, hoy considera sus trabajos como sus "primeras enseñanzas". Y hasta habla de "un determinismo genético".

De su padre, que también era periodista, docente y ensayista, heredó esta característica de artista polifacético: además de dibujante y pintor, es fotógrafo, poeta y clarinetista.

Nació en Montevideo, donde publicó a los 15 años su primer dibujo en el diario Acción y trabajó años después en el diario El País. Pero en 1966 eligió vivir en Buenos Aires.

Recién llegado, ingresó a la editorial Abril; años después pasó por las revistas Primera Plana y Crisis, y luego fue dibujante del diario La Opinión. Pero de allí se fue en 1973 para ingresar a Clarín, donde aún ilustra las páginas de la sección Política.

Además, colabora con diarios internacionales como The New York Times, L`Express, Liberation, The New Yorker y Fortune.

En 1988 recibió de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) el Premio Moore Cabot, otorgado en reconocimiento a las sátiras que dibujó durante la última dictadura militar. Y hace sólo dos años la Universidad de la República, en Uruguay, le otorgó el título de doctor honoris causa".
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El uruguayo cuenta que heredó el arte de su abuelo y su padre.


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