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domingo,
31 de
julio de
2005 |
Renacer. La historia de una joven con un grave problema cardiovascular
Le habían dado sólo seis meses de vida,
pero sobrevivió con una técnica inusual
En el Centenario le hicieron hemodíalisis diaria, la estabilizaron y luego su mamá le donó un riñón
Florencia O'Keeffe / La Capital
Cuando mañana le den el alta médica, Analía Gómez empezará una nueva vida. Al iniciar el tratamiento, el diagnóstico había sido tan categórico como desesperanzador. Podía sobrevivir, con suerte, seis meses. Gracias a una práctica infrecuente en la Argentina, la hemodiálisis diaria, especialistas del Hospital Centenario lograron revertir en esta joven de 24 años un severo problema cardiovascular -causado por su insuficiencia renal- y estabilizarla para un trasplante. El 19 de julio último se concretó el objetivo y la chica recibió un riñón de su mamá. Hoy, su estado clínico es óptimo y podrá volver a su casa en Capitán Bermúdez. Estar conectada durante horas a una máquina para "limpiar" su sangre empezará a ser un recuerdo.
La hemodiálisis diaria con el fin de mejorar las condiciones cardíacas y otros problemas asociados a la insuficiencia renal crónica no es una práctica habitual en la Argentina. Los altos costos del tratamiento y la intolerancia de muchos pacientes son los mayores obstáculos que presenta.
Analía tenía un pronóstico de vida de no más de seis meses antes del tratamiento intensivo. Las conclusiones fueron presentadas en el Congreso Nacional de Nefrología que se llevó a cabo en Misiones durante abril. El caso se denominó "Reversión de una miocardiopatía dilatada mediante hemodiálisis diaria".
El equipo médico que lo realizó estuvo a cargo de Fabio Acosta (jefe de Hemodiálisis y Trasplante del Centenario), quien sostiene que no hay registros previos en el país y el éxito de esta práctica sienta un precedente importante.
El tratamiento
Las cardiopatías (especialmente la hipertrofia del ventrículo izquierdo) es una consecuencia que padecen del 50 al 70 por ciento de los enfermos en diálisis crónica. Entre ellos, algunos sufren un problema severo como el de Analía, una miocardiopatía dilatada que dejó su corazón funcionando a un 19% para un normal de entre 50 a 75%, en lo que respecta a la capacidad de contracción.
La cardióloga María Lidia Mariani, que tuvo a su cargo el seguimiento cardiológico, describe el cuadro clínico previo: "Su estado era muy malo, tenía problemas para respirar, taquicardia, glóbulos rojos bajísimos y una enorme retención de líquidos, era imprescindible interactuar en varios sentidos para mejorarla".
Analía estaba en diálisis desde 2001 pero sufre infecciones urinarias severas desde chica. En las condiciones en que se encontraba no podía resistir un trasplante; en rigor, la miocardiopatía dilatada es una contraindicación para efectuar un cambio de órganos.
Trabajos publicados en el mundo que daban cuenta de los beneficios de la hemodiálisis diaria alentaron al equipo médico. Los resultados no se hicieron esperar. "En un mes su corazón había comenzado a achicarse y mejoró mucho su capacidad de contracción; al día de la operación estaba en un 51%", recuerda Mariani.
Habitualmente una persona con insuficiencia renal crónica se dializa tres veces por semana durante cuatro horas. El tratamiento que hicieron en Analía duplicó esas sesiones y pasó a estar conectada a la máquina de lunes a sábados, tres horas por día. Así estuvo un año y un mes. Ese tremendo esfuerzo físico y mental tuvo, finalmente, la mejor de las recompensas.
Una vez que le den el alta la paciente deberá tomar medicación inmunosupresora y hacerse controles, en principio semanales, y luego quincenales y mensuales, además de una dieta baja en sodio. Pero no volverá a la diálisis.
Los médicos destacan que además de los beneficios para la calidad de vida del paciente, y de facilitar la posibilidad del trasplante, la hemodiálisis diaria reduce a mediano plazo los costos que destina a esta área la salud pública. "Un paciente trasplantado implica menos dinero que uno en hemodiálisis", dice Acosta.
Un problema que crece
La insuficiencia renal tiene en la actualidad una alta incidencia en la población. Hasta hace unos años la tasa era de 100 personas por millón de habitantes, ahora se estableció en un número que oscila de 100 a 300 por millón de personas. ¿Las causas? Mayor sobrevida, aumento de la hipertensión y de la diabetes. Aunque el grueso de los pacientes son adultos y ancianos, los problemas renales afectan a individuos de todas las edades.
En el Hospital Centenario hay en este momento 90 pacientes en hemodiálisis y 50 se atienden en centros privados con costos a cargo del Estado provincial. "Cada año ingresan entre 50 y 60 pacientes nuevos", destaca Acosta, jefe del servicio.
Además de Acosta y Mariani, participaron del trabajo el actual subdirector del Hospital Centenario, Claudio Mascheroni; la coordinadora de trasplante, María Laura Benítez; el staff de psicología; el área de servicios sociales (que le consiguió una nueva vivienda con las condiciones adecuadas), y el equipo de enfermeros. Los médicos no dejan de remarcar la importancia del trabajo interdisciplinario y el aporte del Ministerio de Salud y del directorio d el Centenario.
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Fotos
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Analía se sometía de lunes a sábado a sesiones de diálisis que duraban tres horas.
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