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domingo,
24 de
julio de
2005 |
No lo dejen afuera
Rugby: GER venció a Jockey y se prendió en la lucha
Aníbal Fucaraccio / Ovación
Se despertó el bicampeón. Rumbeaba desorientado en el Regional, lastimando su memoria y decidió reaccionar. Gimnasia renació desde su amor propio, cicatrizó sus heridas con la medicina adecuada y volvió a creer en su juego. Así lo demostró ayer en las cuatro hectáreas al superar claramente a Jockey por 27 a 10 en el cotejo más destacado de la primera fecha de la Zona Campeonato del certamen local.
Los auriazules construyeron con solidez una victoria que se presentaba vestida de urgencia ya que una hipotética derrota, prácticamente hubiera sepultado las aspiraciones de los mens sanas de llegar al tramo decisivo del torneo.
Luego de algunos titubeos en las primeros quince minutos del encuentro, los dirigidos por Magín Gallay pusieron en práctica parte del mejor repertorio geronte ante condiciones de máxima exigencia. Por contrapartida, Jockey sólo fue un cúmulo de buenas intenciones que en ningún momento encontró armas para lastimar a su rival.
El partido comenzó con el local tomando la iniciativa. Tenía más la pelota pero carecía de profundidad. En ese contexto las patadas posicionales dominaron la escena y Juan Sorini abrió el marcador con un penal.
Desde los 20' a los 25' se produjo el festival de la sinrazón. Una entrada a destiempo al debutante medioscrum verdiblanco, Ignacio Mackey (19 años), provocó que los treinta jugadores se mezclaran entre trompadas en un par de ocasiones y el partido dejó de ser tal. El saldo fue dos amonestaciones por bando: Bosco y Memo Preumayr (Jockey), y Tosto y Kolonisky (GER).
A partir de allí, Gimnasia sacó provecho de lo sucedido. Estuvo más concentrado, fue más inteligente y fue a buscar el desnivel en el ingoal contrario. Así llegaron los tries de Poza y Ferullo que rubricaron con justicia la notable levantada auriazul.
El complemento terminó de resaltar las diferencias. Ya con quince ambos, la visita siguió siendo más prolija y sacó grandes réditos de los errores de Jockey bajo la bandera del sacrificio de Lisandro Bosch, el corazón de Joaquín Salgado y la potencia del Changuito Edery. Además, Gimnasia encontró ayer una pareja de medios (Blanco y Molina) que supo templar su juego y que potenció sus fortalezas.
El drop de Molina junto a las anotaciones de Senatore (con lujo) y Rambaldi aumentaron el tanteador y alimentaron el sueño auriazul de mantenerse en la pelea. Gimnasia arrancó con todo esta fase y dejó en claro que no quiere que lo dejen afuera. Por algo es el bicampeón.
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