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 domingo, 17 de julio de 2005  
[Nota de tapa]. Esa mujer
"Eva es la primera desaparecida"
La historiadora Marisa Navarro detalla los entretelones que permitieron correr los velos y las máscaras de una figura como la de Eva Perón que ella retrató en una biografía clave

Lisy Smiles / La Capital

Ella es feminista e intelectual, Eva fustigaba a las feministas y tenía recelo de los intelectuales. Pero igual la historiadora Marysa Navarro, autora de "Evita", admite que haber investigado sobre esa mujer le permitió descubrir a un personaje fascinante. El libro de Navarro, valorado especialmente por su claro perfil historiográfico, vuelve a editarse y su autora dialogó con Señales sobre las razones que llevaron a esa joven del interior de Buenos Aires a irrumpir en la política, cómo fue su transformación y cómo moldeó el sello que dejó no sólo, y obviamente, en el peronismo sino en la historia de las mujeres. "Eva es la primera desaparecida", opinó la historiadora.

Navarro es española y terminó de escribir la biografía en 1976, fue publicada por primera vez en 1982 y ahora vuelve a editarse a través de Edhasa en una versión corregida y ampliada. La historiadora acepta que haber investigado durante años sobre Eva fue una tarea por más de complicada. Sobre todo si se tiene en cuenta que su desafío fue dar por cierto sólo lo que fuera posible documentar. Su objetivo tenía que ver con descubrir a la mujer, correr máscaras y velos míticos, y así intentar responder a la pregunta sobre quién fue Eva Perón. En el camino, entrevistó a decenas de testigos, leyó miles de páginas, rastreó las huellas del pasado y sin embargo reconoce que aún hay mucho por hacer. "Yo insisto con la importancia de los hechos, pero los mitos sobre Evita se construyen independientemente de ellos. La gente sigue pensando en torno al mito".

-¿Por qué eligió a Evita?

-Porque Eva Perón es el personaje político femenino más importante del siglo XX, y yo trabajo en historia argentina. Cuando comencé, me interesaba tratar de entender quién era el personaje histórico. Había dificultades muy grandes para vislumbrar quién podía ser ese personaje histórico y para entender qué había hecho verdaderamente en la Argentina, además de repartir pan dulce y sidra en navidades y construir una fundación, hospitales, usar ropa hermosa y joyas, que era lo que se decía. Entonces a mí me picó la curiosidad, soy feminista, me hice feminista en los años 60, y cuando empezamos en las universidades a investigar qué pasaba con la historia de las mujeres, yo me dije, yo me meto con esto, a mí me toca Evita, esta es la mía. No sabía en qué locura me metía, por las pasiones que esa mujer despertaba y aún sigue despertando.

-¿Cómo debe formularse la pregunta sobre Evita, quién fue o quién es Eva Perón?

-Para mí debe formularse en pasado, porque ella para mí es un personaje histórico. Y no tiene la relevancia política, emocional y pasional que tiene para millones de argentinos.

-A lo mejor ese es uno de los problemas de algunos libros que refieren a ella: que la pregunta se formule en presente.

-Yo pienso que tienes razón, pienso que formularla en presente implica saber qué se siente sobre ella o lo que se siente hacia ella. Yo tengo una formación profesional como historiadora, yo soy historiadora. También vale que yo no sea argentina, eso ha sido útil para mí y para el trabajo que he hecho, y está muy relacionado con la pregunta de si fue o es, porque no cabía otra que fue. El es no entra en mí, porque yo no soy argentina.

-Y tampoco es peronista...

-Sí, pero tampoco soy antiperonista. Soy una historiadora a la cual ese período de la historia argentina le interesa sobre manera. Me interesa poder contribuir a un conocimiento desapasionado y riguroso de un personaje tan importante como fue Eva.

-La cadena de misterios en torno a Eva (su nacimiento, la ida a Buenos Aires, su ingreso a la política, el viaje a Europa, el renunciamiento a la candidatura a vicepresidenta) que son muy difíciles de documentar colaboran en la construcción mítica?

-Yo pienso que los mitos sobre Evita se construyen independientemente de los hechos. Hay un hecho clarísimo. Hay toda una versión que arroja el mito de que ella creó la Fundación Eva Perón por el problema que tuvo con las señoras de la Sociedad de Beneficencia. Está absolutamente claro para mí que si bien yo no sé si hubo un encuentro entre estas señoras y Evita, hubo un proceso de reforma de la salud pública en Argentina, donde estaban los institutos que dependían de la Sociedad de Beneficencia, y eso es muy anterior a que Perón y Evita se encontraran. A pesar de que los hechos dicen una cosa muy diferente, a pesar de que yo he tratado esos hechos desde hace 30 años, la gente sigue pensando en torno al mito. El mito es mucho más fuerte que los documentos históricos y yo sigo pensando que algún día, es posible, que los documentos prevalezcan, aunque sé que los mitos son más fuertes que los hechos.

-Y hay un gran enemigo en esto, que es Evita misma porque ella fue una de las primeras constructoras del mito.

-Así es, eso complica aún más las cosas. Ella es una persona que decide decirnos lo que decide decirnos y el resto, se lo guarda, y esto alimenta la mitología.

-¿Que pasó para que Evita entrara en el mundo político?

-Lo que prevalece son las condiciones políticas y sociales que existían en Argentina en ese momento, con la transformación que se había empezado a dar con la dictadura militar, o la revolución como la llamaban ellos (la del 4 de junio de 1943) y las condiciones que permiten que haya una especie de hueco en el poder, en el cual ella puede introducirse y que además que lo que ella es ayude al proceso de fortalecimiento de Perón en el poder.

-¿Pero qué hace que ella se saque el pijama de Perón (así se vestía de entrecasa cuando empezó a convivir con Perón) y decida ir a la Secretaría de Trabajo?

-Porque era la mujer que era, en ese momento. Había una cosa absolutamente personal, hay que recordar que ella era una mujer que había trabajado toda su vida, se había movido a pura voluntad y había conseguido trabajo, y había triunfado en cierta medida. No había razón alguna para que esa mujer se fuera a la casa. Ella entendía que había un proceso revolucionario y quería contribuir a lo que le había sucedido personalmente y estaba sucediendo socialmente en el país. Y esa conjunción de un entendimiento y de una buena voluntad, de un entusiasmo y de una pasión como la que ellos tenían junto a la necesidad de las cosas que se debían hacer es lo que permite la introducción de ella en la estructura de poder cuando no había lugar para ella, y él le da permiso. Y ahí también hay que reconocer que si la personalidad de Evita es importante, la de Perón también lo es, porque él también fue revolucionario al darle lugar a una mujer.

-El 17 de octubre nace Evita y muere Eva la hija de Juana?

-El 17 de octubre no tiene un impacto político para ella, pero sí enorme para Perón. Pero a nivel personal es lo que permite que la actriz pase a ser la esposa de un líder político. Con el casamiento, nace la señora Eva Duarte de Perón, cosa que ella será hasta el 49/50 cuando se transforma verdaderamente en Evita. Ella no nace sabiendo en el 45, ella nace políticamente muchos después. Pero ese momento a nivel personal fue su referencia luego, ella entendió perfectamente lo que pasó, y lo que le pasó a ella. Ella entendió que lo que ocurrió hizo que Perón volviera a ella.

-Perón manejaba los aspectos doctrinarios y ella era pragmatismo puro, sin embargo en sus discursos refutaba políticamente la lucha de clases, al socialismo, al comunismo, a las feministas ...

-Ella sabía lo que decía en política. Ella tenía una visión política esquemática, pero clara. Le faltaba sofisticación, pero había una inteligencia clarísima. No reconocerle eso, es no reconocer lo que hay que reconocer. Ella lo que no había hecho era estudio, pero sabía exactamente lo que quería, contra quién lo quería, a favor de quién lo quería, y qué beneficio eso le reportaba a Perón. Esos eran los puntos de referencia que ella tenía, clarísimos.

-Es obvio que rompió el molde de las primeras damas, ¿fue excepcional?

-Así es, no se volvió a repetir de ninguna manera y pienso que es irrepetible hasta cierto punto. La historia no lo permite, era un momento muy particular, con seres muy particulares, condiciones sociales muy particulares, de esa forma ya no se repite.

-Algunos consideran a Evita como la primera desaparecida por el silencio que hubo sobre su cuerpo durante tanto tiempo, ¿Cuál es su opinión?

-Es así, y así lo he escrito. Para mí es la primera desaparecida por la necesidad de ocultar su cuerpo y la necesidad de hacer desaparecer su cuerpo, y esto como un acto político. Y la desaparición de Evita de la CGT recuerda los silencios terribles de años más tarde sobre la gente que desaparecía.

-¿Pero a Evita se la llevaron muerta?

-Sí, pero el cuerpo de Evita tenía una vitalidad simbólica muy grande para los peronistas y tiene la misma carga.

-¿Cómo era la relación de Evita con su cuerpo, porque por momentos reniega de él, pelea con los médicos...

-Ella no se cuidaba, según lo que yo he podido averiguar, tenía miedo a los médicos, recelo de ellos, y abusaba del cuerpo ya que trabajaba mucho sobre todo a partir del 49. Pero al mismo tiempo usaba su cuerpo para vestirlo, y eso tiene que ver con la representación o simbología del peronismo. Pero no puedo decir si se mezcla que ella debe vestir de determinada forma por ser la mujer del presidente, por los deScamisados, o por lo teatral, que ella supo usar de una manera muy provechosa.

-Cuál fue la anécdota, documento o testimonio que obtuvo durante la investigación que más le llamó la atención?

-No, no fueron documentos o anécdotas, sino el descubrimiento de ella, porque yo llegué ahí a través de los velos, de las máscaras de la mitología, y el entender lo que ella fue, para mí fue un descubrimiento extraordinario. Reconocer la figura política de Evita fue para mí lo más extraordinario, y ver en ella una mujer que entendía quién era y que no le tenía miedo al reto político.

-¿Esa fascinación por Evita no atentó contra la investigación?

-De ninguna manera, yo no sabía que existía el personaje. Cuando me puse a estudiar, no sabía quién era ella, no sabía lo que ella iba a producirme. La descubro al final, cuando voy a armándola durante la investigación. Para mí, ese descubrimiento no interfirió en la investigación.

-¿Por qué cree que Perón nunca le dio la entrevista que tanto le pidió?

-Pienso que el señor López Rega ni siquiera le permitió leer el pedido de entrevista. También creo que podría haberle refutado muchas cosas que él (por Perón) habló de ella. Porque él hablaba de memoria y hay detalles en los que se equivoca, además históricamente a mí no me puede decir que él la hizo. Hubiéramos discutido sobre Eva.
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Impacto. Navarro admite que tras la investigación histórica quedó fascinada con Evita.

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