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 domingo, 17 de julio de 2005  
El maltrato en el trabajo también está globalizado

Una encuesta elaborada por la OIT para su informe "Violence at Work", y publicada en un trabajo por Alberto Chartzman Birenbaum, indica que "los trabajadores franceses son los más expuestos a convertirse en víctimas de actos de violencia en el lugar de trabajo: el 11,2% de los varones y el 8,9% de las mujeres denunciaron haber sido objeto de agresiones en el año anterior (1997). Entre los datos relativos a otros países figuran los siguientes: en Argentina, el 6,1% de los varones y el 11,8% de las mujeres indicaron haber sufrido agresiones en el mismo período; en Rumania, dichos índices fueron de 8,7% y 4,1%; en Canadá, de 3,9% y 5%; en Inglaterra/Gales (considerados como una unidad), de 3,2% y 6,3%. Por último, en los Estados Unidos, esas cifras fueron de 1% y 4,2%.

Por otra parte, en una encuesta de la Unión Europea basada en 15.800 entrevistas celebradas en sus quince Estados miembros mostró que el 4% de los trabajadores (seis millones) habían sido objeto de violencia física, 2% (tres millones) de acoso sexual y 8% (doce millones) de intimidación y amedrentamiento.

La ley que rige en la ciudad Autónoma de Buenos Aires establece que "en el mundo del trabajo la violencia se manifiesta como abuso de poder para doblegar la voluntad del otro mediante el empleo de la fuerza física, psicológica, económica y política. En este sentido, las mujeres aparecen como las más afectadas y vulnerables a esta agresión. La violencia laboral es toda acción ejercida en el ámbito del trabajo que manifieste abuso de poder por parte del empleador, del personal jerárquico, de quien tenga la función de mando, de un tercero vinculado directa o indirectamente con él o de quien tenga influencias de cualquier tipo sobre la superioridad.

Esta acción es ejercida sobre el/la trabajador/a, atentando contra su dignidad, integridad física, sexual, psicológica o social, mediante amenazas, intimidación, maltrato, persecución, menosprecio, insultos, bromas sarcásticas reiteradas, discriminación negativa, desvalorización de la tarea realizada, imposición, inequidad salarial, traslados compulsivos, acoso y el acoso sexual. Un ámbito laboral feroz puede llevar a la pasividad de los trabajadores, explicó el sociólogo y ex funcionario de OIT Julio Godio.

Diana Scialpi, autora del libro "Violencias en la administración pública", dijo que "la implacable reforma del Estado ha sido asociada a una altísima cuota de arbitrariedad y violencia".

La ley que aprobó la Legislatura provincial prevé protección tanto para el denunciante como para los testigos que quieran declarar ante actos de violencia laboral. "Por miedo a salir de testigo o a defender al compañero se oculta la situación y a veces el problema se plantea ante la superioridad y la única respuesta es trasladar al perverso", explicó Weisemberg de UPCN.

Desde el gremio intentan participar activamente en la reglamentación de la nueva ley provincial con la idea de que se pueda "liberar la vía jerárquica" y poder así reclamar ante una instancia superior debido a que generalmente son los superiores los que ejercen la violencia laboral.
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