Líquido acuoso

Los inoculantes líquidos acuosos han aparecido en el mercado en los últimos años con una gran demanda por parte de los productores agropecuarios, debido a que facilitan la práctica de la inoculación. Existen, además, otro tipo de inoculantes, como los llamados convencionales, que se emplean en soportes sólidos.

Se estima que un buen inoculante debe aportar al menos seiscientas mil bacterias vivas por cada semilla en el momento de la inoculación para que, a pesar de la muerte que normalmente ocurre durante las primeras horas, sobreviva una cantidad suficiente como para formar nódulos y fijar nitrógeno en forma eficiente.