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miércoles,
06 de
julio de
2005 |
Con datos precisos fueron a robar un estudio jurídico
Fue en Entre Ríos al 1100.
Los ladrones sabían que había una caja fuerte y exigieron
los $3.500 allí guardados
Dos hombres armados asaltaron anteayer un estudio jurídico en el centro rosarino y se alzaron con alrededor de 3.500 pesos y dos teléfonos celulares. Parte del botín, según comentaron fuentes policiales, correspondía al cobro de patentes automotor atrasadas que se encontraban en una caja fuerte de cuya existencia estaban al tanto los maleantes, que actuaron a cara descubierta.
El abogado José Agustín Zabalúa tiene su estudio jurídico en el segundo piso de un edificio de oficinas ubicado en Entre Ríos al 1100, frente a la plaza Sarmiento. Al parecer, el lugar no cuenta con custodia, al menos durante el día, y eso debe haber permitido a los maleantes entrar sin problemas hasta la puerta del estudio. El robo ocurrió el lunes, alrededor de las 17.
El titular de la seccional 2ª, Jorge Wollschlegel, señaló que el profesional gestiona el cobro de patentes atrasadas para la Municipalidad de Rosario. "Según declaró la víctima -indicó el comisario- estaba en el despacho de su secretaria, Susana, cuando ella ingresó seguida de dos hombres armados que le pidieron «la llave y la plata de la caja fuerte». El abogado les respondió que la caja no podía abrirse sin la combinación y entonces lo obligaron a que lo hiciera".
Según la denuncia, los maleantes extrajeron 3.000 pesos de la pequeña caja fuerte empotrada en una pared y además le sacaron a Zabalúa otros 500 pesos que llevaba consigo. Luego huyeron con el dinero y dos teléfonos celulares. En cuanto a los maleantes, aunque actuaron a cara descubierta, las víctimas del hecho sólo alcanzaron a aportar una somera descripción de uno de ellos, un "morocho, delgado, de cerca de 1,80 metro, que llevaba un saco", dijo Wollschlegel. Asimismo, esa persona habría portado una pistola calibre 9 milímetros.
Al titular de la seccional 2ª le llamó la atención que los maleantes hayan estado al tanto de que en el estudio jurídico podían encontrar esa suma en una caja fuerte, sobre todo teniendo en cuenta que "el abogado manifestó que no es habitual que se maneje tanto dinero en ese lugar". En este sentido, para Wollschlegel no había dudas de que el asalto estaba "en un 99% apuntado, con dedos, uñas, pies y manos".
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