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 miércoles, 06 de julio de 2005  
Peligra la reelección de Lula por las denuncias de corrupción
Siguen las renuncias de los involucrados en el pago de coimas. Ayer se alejó del cargo el tesorero del PT

Brasilia. - Abrumado por denuncias de irregularidades administrativas supuestamente cometidas por líderes de su Partido de los Trabajadores (PT), el presidente Luiz Inacio Lula da Silva estaría considerando no postularse a la reelección, según análisis políticos y periodísticos. Un renunciamiento a la reelección pondría fin a su gobierno iniciado hace 30 meses en medio de esperanzas de cambios profundos en la vida política y económica de Brasil.

El diario Folha de Sao Paulo, generalmente bien informado en cuestiones políticas, consideró ayer que si Lula tuviese que tomar una decisión ahora, sería contra su reelección en 2006. Según el análisis del diario, el mandatario escogería como candidato para sucederlo al ministro de Finanzas, Antonio Palocci. Palocci es considerado uno de los arquitectos de las políticas económicas ortodoxas, de austeridad fiscal y control de la inflación, que ganaron respeto y simpatías para Lula en la comunidad financiera internacional. El Palacio de Gobierno dijo no tener comentarios en torno a la información del diario.

Clovis Rossi, columnista del diario Folha, afirmó que ante las denuncias Lula "ya mostró tendencia de no disputar la reelección". Las denuncias de corrupción, que involucran a viejos compañeros de Lula, han dejado al mandatario "más triste que cuando perdía elecciones", dijo Rossi.

La impresión prevaleciente entre los analistas es que el escándalo de denuncias de compras de votos y relaciones no apropiadas entre dirigentes del Partido de los Trabajadores, PT, y hombres de negocios hacen de la reelección de Lula un camino cuesta arriba. "Será difícil para el gobierno recuperarse de la crisis en los pocos meses que le quedan antes que la campaña electoral empiece el próximo año", dijo el analista Carlos Lopes. Pero otros analistas creen que a pesar de las dificultades, es aventurado suponer que Lula no tiene opciones de ser reelegido.


Nuevas renuncias
En tanto, el tesorero del PT, Delubio Soares, decidió apartarse del cargo, al crecer la presión para alejar de funciones directivas a todos los que aparecen involucrados por las denuncias de irregularidades administrativas que ensombrecen al gobierno de Lula. El tesorero pidió licencia mientras duren las investigaciones sobre las supuestas irregularidades en las que él y otros dirigentes estarían comprometidos.

El lunes había renunciado el secretario general del PT, Silvio Pereira. Los dos no consiguieron escapar de la responsabilidad que les cupo asumir a raíz de un préstamo bancario de 2,4 millones de reales (más de un millón de dólares) concertado a principios de 2003 con garantía de un publicista que realizaba negocios con el gobierno.

Cuando se conocía el retiro del tesorero del PT, un grupo de 18 diputados del partido divulgó un comunicado llamando a la salida de la dirección de todos aquellos involucrados en las denuncias, así como ministros que tengan investigaciones pendientes en la Procuraduría General, como el ministro presidente del Banco Central, Henrique Meirelles.

Para el sábado está prevista una reunión de los 81 miembros de la dirección nacional, para que resuelva la suerte del presidente del PT, José Genoino.


Terremoto político
El fuego de artillería de denuncias se desató el 6 de junio cuando el diputado Roberto Jefferson, del Partido Trabalhista (Laborista) Brasileño (PTB) que integraba la coalición de gobierno de ocho partidos, aseguró que el PT a través de Pereira, Soares y Genoino mantenían un esquema de pago mensuales de 30.000 reales (unos 13.000 dólares) a legisladores aliados para garantizar que votaran a favor de proyectos del gobierno.

Jefferson dijo además que todo el esquema era conocido por José Dirceu, quien al no poder contener la avalancha de críticas renunció al cargo el 16 de junio como ministro de la Casa Civil o jefe de gabinete y mano derecha de Lula. El denunciante, quien no ha presentado pruebas documentales de sus señalamientos, hasta ahora ha exonerado de cualquier responsabilidad a Lula e incluso a la bancada del PT y dijo que era solo una operación manejada por aquellos tres miembros de la cúpula directiva.
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Lula, en su peor momento político.

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