Luchadoras. Una organización suiza busca que se reconozca internacionalmente la labor de mil mujeres

Proponen a cinco argentinas para el premio Nobel de la paz

Son la monja Martha Pelloni, las activistas Olga Arédez, Mirta Clara y María Sarthes, y la artista Silvia Ocampo

Cinco argentinas fueron propuestas por una organización no gubernamental suiza como candidatas al premio Nobel de la paz, que se entregará en octubre próximo en Oslo, Noruega. Se trata de la monja Martha Pelloni, las militantes por los derechos humanos Olga Arédez (fallecida en marzo de este año), Mirta Clara y María del Carmen Sarthes y la artista plástica Silvia Ocampo.

La iniciativa fue impulsada, hace dos años, por Ruth-Gaby Vernot-Mangold, miembro del Consejo Europeo y de la Fundación Swisspeace, radicada en la Confederación Helvética, "para que se honre y reconozca internacionalmente la labor de mil mujeres", según explica la fundación en el sitio en Internet www.1000peacewomen.org.

El premio Nobel de la paz se entrega desde 1901, y, desde su creación, lo han recibido 80 hombres, 20 organizaciones y sólo 12 mujeres. "Cien años después de que por primera vez se otorgó el galardón a una mujer, Bertha von Suttner, queremos que en 2005 sean mil las mujeres que reciban este premio", señala la entidad.

Las candidatas argentinas, que integran el grupo de 98 mujeres de América latina postuladas, son:

La hermana Martha Pelloni, reconocida luchadora para que se esclarezca el crimen de María Soledad Morales, en Catamarca (1990), que determinó un importante cambio político y social en esa provincia norteña.

Olga Del Valle Márquez Arédez, que murió el 17 de marzo a los 73 años, víctima de cáncer de pulmón. Tras la desaparición -durante la última dictadura militar- de su esposo, el médico y ex intendente de Ledesma, Luis Arédez, inició una incansable lucha por los derechos humanos.

Mirta Clara, psicóloga, investigadora y militante por los derechos humanos, fue detenida por el último gobierno militar y sufrió la pérdida de su esposo, Néstor Salas, en la Masacre de Margarita Belén, en 1976, en Chaco.

Silvia Ocampo, autora del proyecto que impulsó la creación del Museo Argentino de Artistas Plásticos.

María del Carmen Sarthes, de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, milita dentro de la Iglesia y ayuda a mujeres golpeadas y violadas, en la zona oeste del conurbano.

"Queremos crear las bases para que se vea, se reconozca, se comunique y se difunda la labor de paz que llevan adelante diferentes mujeres en el mundo entero. De esta manera, se dará aliento y fuerza a mujeres y hombres que viven situaciones de conflicto, para que sigan empeñando sus esfuerzos en encontrar soluciones pacíficas", expresa la fundación Swisspeace, respecto del proyecto.

El ganador del premio Nobel de la paz 2005 se conocerá en octubre en la ciudad de Oslo y recibirá 1.300.000 dólares.

La entidad dice que el trabajo por la paz que hacen las mujeres es múltiple, "muchas veces no espectacular y muy pocas veces llega a los titulares de los medios de comunicación". Cada una de ellas tienen "su propia historia, sus antecedentes, ello puede ofrecerles grandes posibilidades, pero también muy pocas: son desempleadas y forman parte de una minoría. Son analfabetas y viven con los horrores de una sharia (código religioso islámico) mal entendida. Son muy educadas y trabajan en organizaciones internacionales. Son expertas y usan sus conocimientos. Tienen un asiento en gremios políticos y hacen pesar sus derechos".

También se indica que "ellas tienen mil estrategias que llevaron o van a llevar a la resolución pacífica de un conflicto. Es por ello que mil retratos, hechos por periodistas, escritoras, científicas y políticas, filmados por directoras de cine y captados por fotógrafas, se realizarán para documentar las miles de motivaciones y para alentar a más mujeres y hombres a empeñarse a trabajar por la paz; a pesar de las amenazas y peligros que eso significa".


El largo camino al galardón
Este proyecto para el Nobel de la paz es trabajado y apoyado en el mundo entero, pero el camino al galardón es largo y comienza por la selección de los postulantes. Muchos están amenazados de muerte por su trabajo en favor de la paz. Por eso, la entidad indica que "es importante desarrollar una forma de comunicación y contacto cuidadosa entre las actoras de paz, las coordinadoras y la oficina de Berna".

El Departamento Federal Suizo del Exterior (EDA) financió parte de la fase del anteproyecto hasta finales de junio de 2003 y de la primera fase del proyecto. Otras solicitudes de apoyo económico se dirigen a personas, instituciones y fundaciones en Suiza y en otros países. También las coordinadoras buscan fondos a través de sus contactos.

Los costos del proyecto son altos. A pesar del trabajo voluntario no rentado (que es mucho) por parte del consejo de dirección de la fundación, se gasta 2,5 millones de francos (unos 1,6 millón de euros) para cada año. Lo que más pesa en el presupuesto es la búsqueda de las mil mujeres, y, ligado a ésta, el trabajo de base y las investigaciones (el 25 por ciento del presupuesto total), pero también la documentación (el 36 por ciento).

El comité se formó para garantizar la realización, el control financiero y la evaluación del proyecto. La oficina de la entidad en Berna está ligada a la Fundación Suiza por la Paz, Swisspeace, gracias a lo cual se beneficia del conocimiento y de los contactos que esa institución tiene mundialmente. (Reuters)

La monja Martha Pelloni, cuya labor social es destacada por la organización suiza.