Memorias del Horror. Mañana se estrena la película "La Caída" y en breve llega "La secretaria de Hitler"

Una mirada sobre los últimos días del mayor enemigo de la humanidad

El filme que estuvo nominado al Oscar muestra la caída de Adolfo Hitler en su búnker de Berlín al fin de la guerra

Fernando Toloza / La Capital

"La caída", la esperada película que narra los últimos días de Adolfo Hitler en su búnker de Berlín, se estrenará finalmente en Rosario mañana a cuatro meses de haber sido nominada a mejor filme en lengua no inglesa en la pasada entrega de los premios Oscar y de su paso por las salas de cine bonaerenses con incesante asistencia de público. Bruno Ganz, actor de "Las alas del deseo" y "La eternidad y un día", tiene a su cargo el papel de Hitler, en uno de los trabajos más elogiados en su variada carrera.

El filme, dirigido por Oliver Hirschbiegel, ganó notoriedad por ser la obra de un realizador alemán que se sitúa en una perspectiva sin concesiones para abordar el tema más traumático de la historia alemana. Las palabras del productor del filme Bernd Eichinger alimentaron esa imagen: "Creo que ya es tiempo de que los cineastas alemanes tengan el coraje de llevar a la pantalla la página más negra y traumática de la historia de Alemania, después de que tantas veces lo hicieron otros. Es como un mensaje a las nuevas generaciones; señalarles que la intolerancia, el racismo y el fanatismo llevan inexorablemente al abismo". Para situar la opinión de Eichinger conviene, sin embargo, recordar que también fue el productor de "El nombre de la rosa", "La casa de los espíritus" y "Un lugar de Africa".

La película surgió ante el productor cuando accedió a las pruebas de galera de un libro de historia de Joachim Fest que abordada los últimos días del Reich. La obra le reveló que los últimos días decían "mucho acerca de cómo funcionaba el fanatismo de masas en el apogeo del régimen, y de cómo continuó vigente dominando incluso las siniestras horas finales".

Además de la obra de Fest, hubo otro libro que fue importante para la concepción de "La caída","Hasta la hora final: la última secretaria de Hitler", de Traudl Junge, quien trabajo como secretaria de Hitler y relató sus vivencias de esa época, que también llegaron a un documental que pronto se verá en Rosario (ver aparte).

La excepcionalidad de la película radica en que nunca se había hecho algo semejante en el cine alemán y era un viaje peligroso a los territorios del irracionalismo, del genocidio, y a la vida del hombre que los alentó, o al menos les dio su rostro más visible. El director y el actor que encarnaron a Hitler confirman la fuerza de esa experiencia, el sentir de cerca la presencia del mal que rodeó al mundo del Reich.

"En términos de la historia del cine alemán, realizamos algo enteramente nuevo, dado que no existía ningún parámetro cinematográfico previo que hubiésemos podido tomar como referencia. Cuando leí el libro comprendí que, si decidía comprometerme con el material, ese compromiso debía ser total y absoluto, lo cual significaba que iba a pasar dos años de mi vida inmerso en el Tercer Reich, rodeado de todos esos personajes y de esa ideología salvaje y primitiva. Era escalofriante. Mi mujer me aconsejaba que no lo hiciera. Hasta que comprendí que, de no hacerlo, jamás volvería a estar en paz conmigo mismo; muy íntimamente siempre había sabido, aun antes de decidirme a llevar adelante el proyecto, que ya me había entregado a él", confesó el director.

Bruno Ganz decidió que podía enfrentar el reto sin caer en la parodia al ver la actuación de Albin Skoda en "El último acto", la película sobre Hitler de G.W.Pabst de 1956. "Pensé que era perfectamente posible acercarme a ese ser abyecto y horrible que había sido Hitler a través de mis propias lecturas, intuiciones y fantasías. Para mí, fue algo decisivo darme cuenta de que eso era posible", dijo Ganz, quien para preparar su papel contó con la única grabación de la voz de Hitler que no pertenece a un documento. Se trata de una grabación secreta realizada por un operador en Finlandia en 1942 y que revela el modo de hablar, con torpezas de expresión y fallas gramaticales, de Hitler.

El filme comienza una noche de 1942, cuando se selecciona una nueva secretaria para Hitler, y salta a 1945, cuando el jerarca ya está recluido en su búnker, se casa con su amante Eva Braun y el ejército ruso comienza la toma de Berlín. La película oscila entre las escenas en el refugio y las batallas en las calles: un rasgo que, según una parte de la crítica, también la convierte en un filme para no perderse.

Bruno Ganz interpreta al Fuhrer en el filme.