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miércoles,
06 de
julio de
2005 |
El monopolio
de los taxis
Muchas veces la opinión pública entiende los efectos nocivos de la falta de libre competencia y protesta por el mal servicio que dan por ejemplo las empresas de servicios públicos privatizadas. Sin embargo, ese mismo efecto nocivo parece no ser visto en el caso del monopolio que establece la Municipalidad dando chapas limitadas para taxis y remises. Es imposible conseguir taxis por la noche, en la mañana a la hora del colegio, los días de lluvia, etcétera. ¿Medidas tan acertadas como los controles de alcoholemia o el fomento al turismo son coincidentes con este monopolio al que nos somete la autoridad municipal? ¿Por qué no dejamos que el número de taxis y remises necesarios lo determine el mercado y la autoridad sólo se encargue de auditar la calidad del servicio para dar una chapa? Es insostenible esta situación.
Diógenes Friedman,
DNI 19.387.384
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