La pick up Chevrolet S-10 sigue vivita y coleando

Jorge Kaplán / La Capital

La Chevrolet S-10 es la camioneta más vendida en lo que va del año y las rutilantes novedades de la competencia del producto de General Motors parecen no haber podido empañar la performance de esta pick up que hoy ya es una veterana. En ese sentido, ser el modelo más viejo del segmento no ha hecho mella en el nivel de ventas que se debe -según explicaron desde la automotriz americana- a un equilibrado mix de precio, bajo consumo de combustible y confiabilidad.

En lo que va del año 2005, de acuerdo a las cifras de patentamientos hasta el mes de mayo, la S-10 lleva vendidas 6.256 unidades, contra 5.932 de la Ford Ranger y lejos de las 3.617 de la Toyota Hilux. Evidentemente, el duelo fierrero Ford versus Chevrolet se reedita en las pick ups.

El diseño de la S-10 es el más antiguo del segmento ya que la última actualización fue presentada en 2001. Mientras tanto, Ford hizo un restyling a la Ranger en 2004, y Nissan con la Frontier hace tres años y ahora Toyota con la Hilux renovaron absolutamente sus modelos.

En la oficina de márketing de General Motors saben de esta situación pero aplican esa máxima futbolera que reza: "Equipo que gana no se toca". En verdad, con el nivel de ventas que tiene la S-10 es un negocio redondo seguir con ese modelo mientras toda la inversión en el desarrollo, equipos y matricería, entre otros elementos, se sigue amortizando cómodamente.

De hecho ese último es el factor al que apunta la competencia. Un alto directivo de una rival de General Motors en el rubro pick ups plantea que Chevrolet puede "darse el lujo" de posicionar a la S-10 más abajo en precio ya que "tienen todo amortizado hace rato".

Sin embargo, la S-10 no es la más barata en todos los subsegmentos de camionetas livianas. En cabina simple 4x2 la más económica es la Ranger a 40.740 pesos contra 42.560 de la S-10, en el nivel más básico de cabina doble y 4x2 el producto de Ford también es el más barato a 48.780 pesos contra 49.860 de la Chevrolet.

En la franja de tope de gama, la S-10 sí es la de menor costo con un precio de 75.510 para la versión Limited, seguida de cerca por la Nissan Frontier 4x4 SE Versión Especial que sale 75.890 pesos (considerando un dólar a 2,92 pesos).

Además, la S-10 es sensiblemente más económica entre las doble cabina 4x4 de equipamiento full, que es el perfil más buscado por el hombre de campo que utiliza la pick up tanto para el trabajo como para un uso particular y por tanto requiere buenas prestaciones todoterreno y también confort y velocidad en ruta y ciudad. El producto de Chevrolet en esta franja sale 63.020 pesos, bastante menos que los 68.790 de la Ranger.

Para analizar la vigencia que este modelo demuestra en el nivel de ventas, Autos realizó una evaluación de una S-10 en versión Limited, la de mayor dotación de equipamiento de confort y seguridad, pero que posee la misma motorización y mecánica que toda la gama, y comparte la carrocería y el sistema de tracción 4x4 con las estándar STD y DLX.

El motor es el conocido MWM de 132 caballos de potencia, que también equipa a la Frontier y la mayoría de las versiones de Ranger (con la salvedad de que el producto de Ford ofrece unos pocos caballos más y también posee en el tope de gama el poderoso 3.0 Electrónico que sí da un verdadero salto con 163 CV).

Esos parámetros del motor le aseguran a la S-10 buenas prestaciones en ruta y off road ya que puede arañar los 170 km/h de velocidad máxima en ruta y mantener un consumo de gasoil acotado en la franja de 100 a 120 km/h. En ese sentido el rendimiento del combustibles promedio es de 10 km por litro, 12,3 en ruta y 9,0 en ciudad, siendo la más austera de la oferta actual en el país.

La mayor distancia entre ejes asegura un andar confortable, con una cierta tendencia al lancheo, pero muy suave en todo tipo de caminos, sin evidenciar esa tendencia saltarina de las camionetas cuando están descargadas. En la ciudad, en tanto, se dificulta un poco la maniobrabilidad por necesitar más espacio, aunque compensa con la buena reacción que es muy similar a la de un auto. Otro elemento importante que hace al confort es una dirección fiel y muy bien asistida, la caja de accionamiento blando muy parecida a la de un auto, y un grado de insonorización aceptable para lo que es una pick up.

El accionamiento de la tracción integral, en tanto, se hace electrónicamente mediante un simple pulsador, que para evitar posibles errores impide el accionamiento de la doble de baja en movimiento.

El interior es cómodo para las plazas delanteras, y sólo molesta el desnivel en el piso del lado del acompañante causado por el espacio que ocupa la transmisión. Atrás el espacio es bueno para las piernas, aunque el cojín es bajo y el respaldo es bastante vertical, lo que obliga a los pasajeros de mayor altura a viajar algo plegados. La accesibilidad en ambos casos es muy buena.

La versión Limited es una de las más equipadas en materia de confort y seguridad. Posee doble airbag delantero y un antibloqueo de frenos ABS en las cuatro ruedas que se mostró eficiente.

Por el lado del confort se destacan elementos como los tapizados de cuero y el control eléctrico de los reglajes de la butaca del conductor, el pack eléctrico que incluye alzacristales para las cuatro puertas y espejos exteriores, y una consola de techo muy práctica que posee portaobjetos, un portalentes y un pequeño display con brújula e indicador de temperatura exterior.

El equipo de música posee radio con reproductor de CD, las luces de lectura interior son individuales y el cierre de las puertas es eléctrico con comando a distancia. El panel de relojes del tablero presenta velocímetro, tacómetro, nivel de combustible y temperatura del agua, y además incorpora medidores de la presión de aceite y carga de batería y alternador, elementos de los que en la actualidad se prescinde frecuentemente pero que son de mucha utilidad, sobre todo en un vehículo que puede afrontar duras tareas.

En el exterior se destacan los faros antiniebla delanteros y las llantas de aleación de 16", y detalles estéticos como la barra de San Antonio cromada, al igual que los estribos laterales.

El producto de General Motors demostró un andar excelente en ruta y también en duros caminos de montaña en donde salieron a relucir el buen recorrido de la suspensión y el torque en bajas vueltas del motor, aunque la distancia entre ejes y sobre todo los estribos le hicieron perder capacidad de maniobra por la reducción del ángulo ventral y el mayor ancho de la carrocería.

La S-10 sigue vigente y eso se basa fundamentalmente en que sintetiza muy bien las necesidades de un sector del público que busca economía, conjugando el andar y confort de un auto con confiabilidad a la hora del trabajo.