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domingo,
19 de
junio de
2005 |
El cazador oculto: "El dilema de la noche del Martín Fierro"
Ricardo Luque / Escenario
"Diez, nueve, ocho, siete..." Ya empezó la cuenta regresiva para la gloriosa noche de los Martín Fierro, del interior, claro, que son como los de Buenos Aires, pero sin Marcelo Tinelli, Adrián Suar y mucho menos Susana Giménez. Después de muchos cabildeos, esta semana se dieron a conocer las ternas de los nominados al premio y la alegría llenó los corazones de los que todavía tienen chances de llevarse la preciada estatuilla. Claro, pasada la ansiedad de saber si se quedaban o no sin fiesta, los candidatos tienen un nuevo problema, y es ¡gravísimo! Sí, aunque usted no lo crea, su gran preocupación, ahora, es ver qué se van a poner para la velada. A no desesperar que, con no apartarse de la línea que los llevó a la cima del éxito, es suficiente. Porque el hábito hace al monje y el vestuario a la estrellita de televisión. Para que se entienda: con un traje aburrido, un par de lentes con marco de metal y la barba cuidadosamente cortada al ras, Luis Novaresio no perderá el personaje de "periodista serio", que hace las delicias de las abuelas que los domingos se acuestan tarde para ver el programa del doctor. ¿Qué doctor? ¿Luis? No, Grondona. Por supuesto. Tan atildado, prolijo y esmeradamente pulcro es su look que el mismísimo Gustavo Rezzoaglio estuvo a punto de pedirle que lo ayudara a elegir las galas que lucirá en la entrega de premios. Aunque, claro, para no perder su inconfundible estilo, una vez escogido el atuendo se cuidará bien de sumergirlo en almidón durante varias semanas, para que quede bien durito. Lisandro Cavatorta seguramente buscará diferenciarse de los hombres de negro. El conductor de "Bótelos", que después de ganar un par de estatuillas ya es un maestro ferretero, intentará disimular su incipiente calvicie para que la gente de Aptra siga consintiéndolo por ser un joven prometedor. Ahora, el que está como loco es Pablito Gavira que, como fiel heredero de las tradiciones de J.R.R.Tolkien, no sabe cuál de los milles de anillos que posee es el apropiado para la celebración. Podría pedirle ayuda a Marcelo Megna, un experto en veladas paquetas que no sólo conoce el arte de la cocina sino también el de la etiqueta. Y eso es hoy, mal que le pese a los que se quedaron sin fierro, lo único que le importa a la farándula rosarina.
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