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 martes, 31 de mayo de 2005  
Los argentinos marcaron una diferencia en la liga española de fútbol

Fernando Gabrich / La Capital

Barcelona (corresponsal).- La liga de las estrellas llegó a su fin. La temporada 2004/05 se cerró el pasado domingo con varios puntos para destacar. Un primer análisis dejará en claro que Barcelona fue un legítimo campeón. Indiscutible en lo colectivo y en lo individual. Pero el campeonato dejó algunas sensaciones más allá del título del Barça. Sensaciones que se transformaron en gratas realidades para el fútbol. Y sobre todo para el argentino.


La recuperación del Topo Gigio
Juan Román Riquelme demostró que su fútbol puede ser tan bueno en Europa como lo fue en Sudamérica. El ex Boca fue la gran figura de un Villarreal (anotó 15 goles), que hizo historia al terminar en la tercera posición e ingresar por primera vez en la Liga de Campeones. Riquelme fue el genial conductor de un equipo elaborado y dirigido por el chileno Manuel Pellegrini. Pero el ex Boca no fue el único criollo que triunfo en el Submarino Amarillo. Hubo más.

Gonzalo Rodríguez se transformó en el central que hoy se pelean los grandes equipos europeos; Arruabarrena siguió desparramando fe y su prestigio de defensor impasable quedó bien protegido; Juampi Sorín llegó en el mercado de invierno y en pocos partidos levantó elogios y fue indiscutible; Lucho Figueroa quizás no contó con los minutos que hubiera deseado pero de todas maneras su balance fue más que positivo. Y hay que dejar unas líneas para destacar al casi argentino Diego Forlán, quien realizó una temporada brillante y se consagró en el goleador del torneo (25 goles) y bota de oro juntó al francés Henry.


El rugir de la Fiera
Desde que arribó a Cataluña, Maxi Rodríguez tenía muchas ganas de cerrar una temporada como la que pasó. Lo logró. El ex Newell's fue uno de los pilares del sorprendente Espanyol que terminó en la quinta posición y se clasificó, después de cinco años, para jugar la Copa Uefa. Maxi se ganó el respeto de toda la prensa nacional e internacional en un campeonato en el que con 15 tantos no sólo fue el Pichichi de su equipo sino que también se consagró como el máximo goleador extranjero en la historia del club. Al igual que en Villarreal, no fue el único criollo destacado en el equipo. Hubo otros.

Mauricio Pochettino dejó en claro que su experiencia y su firmeza son indispensables en cualquier defensa. Además, el ex Newell's se convirtió en el extranjero con más partidos en el equipo periquito. Hugo Ibarra tuvo altibajos pero su balance es positivo, aunque no es seguro que siga en el club.


El milagro Cúper
El entrenador argentino Héctor Cúper llegó a Mallorca como el salvador de un equipo que estaba condenado al descenso. Y lo salvó nomás. El pasado domingo todo Son Moix le rindió tributo al ex entrenador de Huracán. No era para menos, cuando decidió volver a la isla el equipo balear estaba prácticamente desahuciado, era penúltimo en la clasificación con 24 puntos, acumulaba 19 derrotas, 6 empates y 6 victorias. Mallorca estuvo 31 jornadas descendido y ayer, en la última fecha, llegó la salvación. En ese logro hay que destacar el aporte del ex River Gabriel Pereyra, un pilar en la mitad de la cancha.

Hay más motivos para sentirse orgulloso del fútbol argentino. Uno es el pibe Lionel Messi, quien con 17 años se convirtió en el jugador más joven en marcar en la historia del Barcelona. El rosarino no sólo integró el plantel del campeón de España sino que además aportó su gran calidad para conseguir el título.

Hay más nombres para destacar a pesar de las irregularidades. Pablo Aimar demostró que su fútbol no puede estar en el banco. El Payasito sufrió no sólo las lesiones sino también los caprichos del italiano Ranieri quien lo hacía jugar poco y mal. Finalmente ganó el fútbol. Ganó Aimar. A su vez, hoy Valencia anunció nuevo entrenador para la próxima temporada: el ex técnico de Getafe, Quique Flores.

Fue bueno también lo realizado por Gabriel Milito en Zaragoza, quien volvió a demostrar que Real Madrid se equivocó en no comprarlo. Lo mismo que Luciano Galetti y Leo Ponzio, quienes cumplieron una temporada destacada a pesar de los altibajos.

En el plano de lo negativo, quedan algunos nombres y equipos. Al mencionado fracaso de Real Madrid hay que añadirle el flojo año de Walter Samuel. Para su protección queda que el equipo merengue nunca tuvo un mediocampo que pudiera ayudar a la defensa, pero más allá de ello, el ex Roma no justificó la inversión que el club hizo por su pase. También fue irregular el año se Santiago Solari en los merengues.

La liga de las estrellas ha llegado a su fin una temporada más. Y una temporada más el mensaje ha quedado claro: el fútbol argentino sigue estando bien representado y puede sentirse orgulloso de su potrero que no para de sacar grandes jugadores.
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