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domingo,
22 de
mayo de
2005 |
Inglaterra: los vecinos de Canterbury
Sonia Lucía Díaz
Canterbury es el mejor lugar para comenzar a explorar el sureste de Inglaterra, una región de huertos y frondosos caminos vecinales. Es posible elegir arribar a ella recorriendo las rutas más pequeñas, pasando por viñedos y campos de lúpulos. Llegar en tren es rápido y fácil con el British Rail, disfrutando las antiguas casas de techo de paja de los pintorescos pueblecitos de Hampshire y Dorset, visitando de camino famosos castillos y grandes mansiones, caminando en el esplendor de New Forest o quizás maravillarse con grandes y antiguos navíos de madera en Portmouth.
La zona campestre de los alrededores de Canterbury posee encantadores hospedajes para los que gustan diseñar su itinerario sobre la marcha y pueden elegir llegar a Canterbury en bicicleta desde Whistable por una ruta segura con sendas especiales para ciclistas. Hay muchos deliciosos rincones para relajarse en un picnic al costado del camino, rodeado de los bosques más antiguos y grandes de Inglaterra.
El viajero se encontrará en la tierra del famoso novelista Charles Dickens, quien decía que aquí los hombres alimentaban sus esperanzas y encontraban las manzanas y cerezas más sabrosas del mundo y las mujeres más bellas. La ciudad reúne el encanto de las viejas ciudades medievales inglesas y la vitalidad cosmopolita de nuestros días. Pequeña y compacta, la zona céntrica permanece cerrada al tráfico durante el día por lo que las calles se ven más atractivas y seguras. El área alberga pequeños negocios centenarios y exclusivas boutiques de marcas internacionales.
Museo Canterbury
El Museo de Canterbury en Stour Street ilustra al visitante acerca de los 2.000 años de historia de la ciudad desde la época de los romanos y para profundizar por aquellos tiempos, una visita al Roman Museum en Butchery Lane resultará perfecto. En Canterbury Tales Visitor Atraction podrá sentir, ver, oír y oler a la Canterbury medieval en compañía de excelentes bandas locales.
Para los que valoran las caminatas especiales, pueden hacerlo a lo largo de la muralla de las ruinas del Castillo de Canterbury en Castle Street y parar a saborear un delicioso cappucino en el café de la Galería de Arte del Castillo donde además podrá comprar postales y estampillas especiales.
Canterbury toda es un tesoro histórico, imán para creyentes y turistas, que alberga la catedral madre de la Iglesia Anglicana. Su rica historia incluye el asesinato de Thomas Becket, arzobispo de Canterbury, en 1170. Su tumba se encuentra dentro de la cripta de la catedral y el martirio que sufrió la convirtió en una luz guía en el camino de los peregrinos desde la Edad Media.
Ninguna visita a Canterbury estará completa sino se recorre la catedral,sus claustros, archivos, sala capitular, biblioteca, cripta, el centro educativo y la nave, que están abiertos al público. El magnífico edificio incurre en un gasto diario de 15.000 euros en su mantenimiento y organización, íntegramente solventados con los ingresos provenientes de los visitantes, ya que no reciben ayuda del gobierno.
Designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Canterbury es hoy una mezcla de bella arquitectura, historia, arte y cultura. Cuenta con importantes museos, negocios antiquísimos y de vanguardia, buenos restaurantes, pubs tradicionales y cálidos cafés.
Durante el próximo mes la ciudad se engalanará con festivales de música. Los desfiles de las bandas por el centro de la ciudad hacen que esta bella localidad resplandezca.
Como broche de la visita a la ciudad, disfrute de los vinos de la zona, que por producirse en pequeñas cantidades, resultan costosos comparados con los de otros países productores, pero valen la pena para acompañar un pastel de ternera, o la caza del día: pato salvaje, faisán, liebre o venado, acompañados de verduras de temporada.
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