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domingo,
22 de
mayo de
2005 |
Con trato real
El aceite de oliva es
el vehículo para la nutrición y los masajes en el Dell`Olivo Spa
Ely Camacho es la spa manager del Tower hotel y la responsable de introducir el aceite de oliva en el masaje corporal en dicho centro de relax. "La historia nos demuestra las bondades del aceite sobre la piel. La olivoterapia se remonta a la época de los guerreros griegos y romanos que untaban su cuerpo con aceite, y ya con los egipcios se conocía que nada mejor que dos o tres gotas sobre el rostro y el cuello para mantenerlos cuidados y sanos", explica. "El aceite de oliva favorece la función de los lípidos y provee de antioxidantes que protegen de los rayos solares. Hoy en día son incontables los médicos deportólogos que lo usan para mejorar la tonicidad y calmar el dolor", agrega.
Cinco kinesiólogos son los encargados de la sesión en el spa, una hora y media de masajes coronada con otra media hora de hidroterapia (hidromasaje, sauna, ducha escosesa o finlandesa, según el paciente).
"El masaje se hace en dos tiempos -ilustra Ely-. Primero, aplicando un extracto de hojas y ramas tiernas que aumenta la temperatura, y luego el masaje más profundo o de relajación utilizando un aceite fluidificado y perfumado con otras esencias". El Tower, propiedad del bodeguero Valentín Bianchi en sociedad con los hermanos Andreani, fue inaugurado en diciembre de 2001 y se encuentra en pleno centro de San Rafael sobre la avenida Yrigoyen 774. Cuenta con un restaurante con cocina cuyana y mediterránea bajo la batuta de un rosarino, el restaurateur Mario Lambertucci.
La verdad que el especialista demostró ser tal y nos agasajó con platos que incluyeron casi todos aceite de oliva. De entradas: bruscheta con jamón crudo y hojas verdes un día; ensalada de hojas verdes con escamas de parmesano y olivas negras otro, y tartitas de jamón y puerros el tercero. Los platos principales fueron: cintas al huevo salteado con olivas negras y verdes; pollo relleno con puerros y tian de verduras mediterráneas, y entrecot grillado con salsa de crema y mascarpone. Con los postres, Lambertucci, se pasó: cake húmedo de aceite de oliva, helado y dulce de alcayota para el primer menú; frutillas con jugos balsámicos en el segundo y un mil capas de manzana con caramelo de aceto el restante.
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