Historias de vida y de luchas

Melincué comenzó a gestarse en 1775, con las formaciones del Ejército que intentaban reducir a los caciques de la zona. La primera construcción fue un fuerte, alrededor del cual se levantó un caserío. "Según cuentan esas historias, los caballos no tomaban el agua de la laguna, donde tampoco nunca hubo peces porque no hay plancton", describió Pernigotti. Por contrapartida, el líquido contiene sales y minerales que tienen efectos benéficos para la salud. Tal como se confirmó en el II Congreso Internacional de Termalismo que se realizó en la localidad.