Tras las expulsiones, políticos europeos pidieron mano dura contra Fidel Castro

España e Italia exigieron explicaciones al gobierno cubano por el grave incidente diplomático

Madrid. - Legisladores de España, Italia y Alemania instaron ayer a sus gobiernos a adoptar una línea más dura frente a Cuba, tras la expulsión de un número de políticos y periodistas europeos que se hallaban en la isla. Ayer, los funcionarios españoles exigieron que Cuba explicase por qué se había expulsado de la isla a dos políticos nacionales y un tercero fue amenazado con la expulsión, dijo la Cancillería. Las expulsiones ocurrieron la víspera de un congreso opositor realizado el viernes en La Habana, un acto desusado en ese país comunista.

En total fueron expulsados dos ex senadoras españolas, Isabel San Baldomero y Rosa López Garnica, así como legisladores de Alemania y la República Checa. Fueron expulsados además tres periodistas, un activista de derechos humanos y dos estudiantes de Polonia, así como un periodista italiano.

España dijo que un diputado del partido regional catalán Convergencia y Unión, Jordi Xucla, también fue amenazado con la expulsión y se encontraba ayer en el aeropuerto de La Habana. Las dos ex senadoras dijeron a la prensa a su regreso a España que estaban en Cuba de vacaciones y no para asistir a la asamblea. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, dijo que se trataba de "un incidente grave y desagradable".

El embajador cubano en Madrid fue convocado el viernes para hablar sobre el caso, pero en su lugar fue a la Cancillería el segundo en rango de la embajada, dijo un vocero del ministerio. La embajada cubana en Madrid declinó formular comentarios.

En Alemania, el diputado Arnold Vaatz, que también fue expulsado de Cuba el viernes, instó a la Unión Europea a adoptar una línea más dura hacia el gobierno de La Habana. "Con su decisión de levantar las sanciones (diplomáticas) aplicadas a Cuba, la Unión Europea se ha hecho cómplice del gobierno de Fidel Castro", dijo Vaatz según el diario Leipziger Volkszeitung.

En Roma, el canciller Gianfranco Fini también convocó al embajador cubano para que explicase la expulsión de un periodista italiano de la isla.

Mariano Rajoy, líder del oposicionista Partido Popular, criticó la actitud asumida respecto a Cuba por el gobierno de Madrid. "¿Dónde está escrito que el presidente del gobierno español deba hacerse popular con un tirano como Fidel Castro, tal como demostró nuevamente, o con alguien que está desequilibrado, como el presidente de Venezuela?", se preguntó Rajoy.


Encuentro opositor
Por segundo y último día, los grupos de disidentes cubanos participantes en un desusado congreso nacional continuaron con la aprobación de documentos internos y votaron para elegir una directiva. La Asamblea para Promover a la Sociedad Civil, una organización que nuclea a pequeños grupos opositores, reunió ayer a un centenar de delegados para coordinar su oposición ante el gobierno de la isla.

La asamblea fue "un éxito" aseguró a periodistas Martha Beatriz Roque, una de las organizadoras del encuentro inaugurado el viernes pese al rechazo de otros disidentes y la aprensión acerca de la eventual reacción del gobierno, que los califica de "mercenarios" de EEUU. "Hay momentos en que la presión internacional es tanta que tienen que adaptarse", explicó Roque sobre la falta de oposición oficial y la tolerancia demostrada hacia el encuentro. El presidente, Fidel Castro mencionó hace pocos días que los activistas tendrían una "enérgica" respuesta.

Los disidentes trabajaron en comisiones para generar 14 proyectos con temas diversos, tales como la libertad de expresión, la salud, el medio ambiente y las relaciones con otros grupos de activistas. Además, establecieron un estatuto y votaron para elegir a sus dirigentes.

El sistema cubano prohíbe la existencia de partidos políticos y basa sus elecciones para representantes populares en un método de votación a partir de candidatos de los barrios y centros de trabajo, que según las autoridades es una "verdadera democracia".

La economista Martha Beatriz Roque.