Semana mundial del parto respetado: el cuerpo pide

Desde el 23 hasta el 29 de mayo se celebrará la Semana Mundial del Parto Respetado. La iniciativa nació en Francia el año pasado, promovida por la AFAR (Alianza Francesa para el Nacimiento Respetado), y desde la Red Latinoamericana y del Caribe se decidió que cada país realice acciones en la búsqueda de un cambio en el actual modelo de atención del nacimiento.

En Argentina, desde la red Relacahupan se desarrollarán actividades para difundir los derechos y prácticas apropiadas en Salud Materno Infantil específicamente en los procesos de embarazo, parto y puerperio contenidos en la Propuesta Normativa Perinatal 2004, y en la Ley Nacional 25.929 de Derechos en el Nacimiento que incluye, además de charlas y talleres gratuitos, una campaña nacional en televisión y radio.

La Organización Mundial de la Salud desde 1985 alertó sobre las prácticas correctas en la asistencia del nacimiento, y con respecto a la posición durante el trabajo de parto desaconseja colocar a la embarazada en posición dorsal durante la dilatación y el expulsivo. Debe recomendarse caminar durante la dilatación, y cada mujer debe decidir libremente qué posición adoptar.

La posición vertical es utilizada desde siempre por diversas culturas y numerosos grupos étnicos. La partera Debbie A. Díaz en un artículo expresa al respecto que las posiciones diversas, deambular, ponerse de cuclillas, de lado, pararse y sentarse entre las otras mil y una posiciones es lo que los estudios científicos recomiendan y la naturaleza afirma para facilitar las rotaciones que el bebé realiza en la pelvis materna para poder nacer.

Parir moviéndose es parte del plan original en la creación. Dos cosas realiza una madre por ella y por su bebé durante el parto: respirar y hacer lo que el cuerpo le pida. La sabiduría innata del cuerpo sabe qué pasa adentro, y por años se ha visto madres ejercer movimientos según su necesidad y que son acordes a la posición del bebé.

Utilizar diversas posiciones en el parto se considera dentro de las atenciones modernas. Este tema es importante hablarlo durante el embarazo con el obstetra a fin de tener un acuerdo entre los dos y poder compartir las necesidades y deseos en un marco de confianza y empatía.

La ONG Dando a Luz dice que estar acostadas durante el trabajo de parto y el nacimiento es consecuencia de una cadena de situaciones en que las mujeres y las familias no tuvimos una posición protagónica en un momento trascendente de nuestra vida como es el nacimiento de un hijo o de una hija".

No hay que olvidar que el nacimiento de un bebé es uno de los sucesos más emocionantes, misteriosos y transformadores: una experiencia que se graba de forma indeleble tanto en la vida de la madre como en la del bebé, y que el momento del nacimiento es un proceso involuntario que implica la actividad de estructuras primitivas del cerebro de la mujer que segrega las hormonas necesarias para desencadenar el parto (por eso las hembras mamíferos tienen necesidad de ocultarse para traer al mundo a sus crías en la intimidad, y se aislan de los demás miembros de su grupo para evitar que la distraigan y poder viajar al interior permitiendo que se desencadene el proceso).

Para llegar a un parto natural hay que saber que la sabiduría y la fortaleza se encuentran dentro de cada una, se debe recuperar la confianza y confiar en el instinto sabiendo que todo lo que se tiene que hacer es seguir lo que el cuerpo irá pidiendo en cada momento.

En un parto donde la consigna es el "respeto a la fisiología" todos los presentes deben conocer que la prioridad es permitir que la mujer se conecte con ella misma, busque la postura en la que se encuentre más cómoda, camine cuando lo necesite o que descanse apoyada en alguien si es su deseo, decidiendo lo que será más adecuado para recibir al bebé.

Nancy María Bono

Psicóloga

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