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domingo,
22 de
mayo de
2005 |
Mucho más que moda
La socióloga Susana Saulquin anticipa las nuevas tendencias y analiza la vestimenta como un hecho cultural
Ante la nueva pluralidad de tendencias y la búsqueda de la personalización en el vestir, la moda merece estudiarse como cualquier otro fenómeno sociocultural. La licenciada en sociología Susana Saulquin, quien visitó la ciudad en el marco de la charla sobre "Macro tendencias planetarias" organizada por el Instituto Anrique, analizó el contexto que determinará los diseños y colores futuros en el mundo de la moda. Como consultora externa de Infomoda, el órgano de información del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, INTI, está encargada de recabar información acerca de las nuevas tendencias masivas.
"La moda genera la cantidad de propuestas necesarias como para que la gente pueda encontrar la de su interés. Existen tantas modas como personas quieran expresar lo que quieren ser. Este doble juego puede volverse en contra porque tantas tendencias puede provocar la no tendencia y el todo vale". Con esta reflexión Saulquin manifiesta su particular manera de observar la realidad y la modalidad que adoptarán las grandes marcas y diseñadores seguidas por las pequeñas y medianas industrias.
En compañía de una diseñadora textil y una de indumentaria, Saulquin viaja dos veces al año a Europa. Desde Milán, París, Berlín, Amsterdam y Londres, las grandes ciudades que marcan tendencias en el mundo entero, el trabajo de investigación busca ser completo y variado en cuanto a estilos. Las ferias textiles, los desfiles, la street visión o visión de calle y el shop report con las fotos de lo pasa en el momento permiten que luego las pequeñas industrias y los diseñadores tengan un panorama completo de las colecciones futuras, datos que luego se clasifican en diferentes categorías. "En el último viaje hicimos un trabajo intenso de la temporada verano 2006. Hay mucha gente que no puede viajar, y esta información que luego se comercializa y se expone en conferencias por diferentes ciudades del país, es de suma importancia". El servicio de Infomoda está vigente en Argentina desde el 2002, con especial interés de parte de las empresas agrupadas en la Cámara Industrial de la Indumentaria.
Los diferentes estilos y formas de vestir tienen en cuenta las prendas funcionales, ornamentales y los intervenidos, es decir la jeanería, que ha sido una prenda emblemática de la modernidad y de la sociedad industrial. En diálogo con Mujer, Saulquin ofrece un avance de la moda que vendrá.
Lo que vendrá
Las flores y los colores más fuertes estarán en escena la próxima temporada. Se impondrán las combinaciones del verde con rosa o con lila y los botones se lucirán como adornos. La moda vintage o tradicional estará presente otra vez con la repetición de estilos del pasado como el vestido Jackie y los tapados de los •50 y •60.
"Cada veinte años se renueva un ciclo donde se produce un retorno al pasado. Luego continúa la funcionalidad del jean, lo etéreo y el tul con prendas livianas similares al estilo bailarina. Los diseños japoneses y europeos con una moldería compleja forman parte de la nueva costura que si bien no es masiva, se vende bien a nivel internacional", explica la especialista.
-¿Cómo definiría el concepto de moda?
-Podríamos definirla como el cambio periódico de vestimenta de acuerdo a tendencias que son pensadas en París y Londres y que luego bajan a grandes grupos de población que usan las mismas prendas digitadas por un centro productor. Las personas usan la moda para sentirse identificadas y sobre todo para demostrar su pertenencia a un grupo determinado, aunque también buscando ser un poco diferentes. Este concepto difiere del diseño de autor que está fuera de las tendencias porque crea de acuerdo a sus propias necesidades y preferencias
-¿Cuál es su función en Infomoda?
-Mi trabajo consiste en entender para qué lado van las tendencias sociales. En este momento la sociedad avanza hacia la personalización. Las prendas masivas y todo lo que es igual y uniformado está tendiendo a tener menos importancia. Por el contrario, ocupa un papel más importante las prendas que puedan mostrar la personalidad. Como socióloga analizo esos conceptos que me parecen van a anclar las distintas tendencias.
-¿Por qué se inclinó por el estudio de este fenómeno?
-Siempre trabajé con la moda. Cuando estudiaba sociología en la UBA todas las mujeres estaban vestidas de negro pero como nunca me ponía ese color me decían que estaba muy bien vestida para discutir temas de sociología. En ese momento comencé a percibir la importancia de la imagen. Me interesó el fenómeno del vestido para entrar al estudio de la condición humana, aunque creo que igualmente se puede estudiar desde la música, la cultura, el arte o como en mi caso, a través de la indumentaria.
-¿Cómo se analizan las tendencias?
-Las tendencias macro sociales envuelven todo y abarcan cuatro grandes grupos. La mutación, el poder de la ostentación (todo dorado, plateado y bordado) la superposición y la preservación (prima el cuidado del planeta y de los hombres). De estas cuatro tendencias surgen las características micro sociales puestas de manifiesto en las diferentes formas de vestir. La personalización buscando siempre agregados con flores y bordados, la complejidad, la simplificación, la funcionalidad con el uso del jean y la sofisticación. Por ejemplo, ahora decimos que hay una tendencia a la superposición de dos tipos de sociedades: una industrial y otra cibernética, y esto se traduce en la superposición en la vestimenta. La falda sobre el pantalón o las túnicas con una determinada cantidad de prendas.
-¿Cómo se adapta este estudio a los que realizan en el exterior?
-Hace muchos años que el INTI trabaja de esta manera y sabe cómo hacerlo. Analizamos lo macro y luego lo micro que es la indumentaria. Otra de las cosas que hacemos es observar cómo va fluctuando la moda y cómo las tendencias se van modificando. Algunas se consolidan y otras desaparecen con el paso del tiempo. Trabajamos en prospectiva con una tendencia a tres años, y siempre tenemos presente lo que pasó. También estamos pensando en la posibilidad de trabajar desde las tendencias en la Argentina. Esto nos permitiría afirmar que somos diferentes y que tenemos otro manejo de los colores determinados por otras situaciones. Existe una corriente de creación que se desprende de países latinoamericanos como Brasil o Uruguay, y no en vano hace poco estuvieron en Argentina los representantes de Dior con el objetivo de inspirar su nueva colección. Los argentinos somos exagerados con cierta estética de la perfección que no se ve en otros lugares del mundo.
-Más allá de una tendencia u otra, ¿en los últimos tiempos se produce algún quiebre o cambio abrupto en la moda o siempre siguió una misma línea?
-Siempre se producen cambios... La guerra de Irak generó una fuerte influencia. Mi labor es observar y determinar cómo influye el contexto. Durante el conflicto prevalecieron los colores neutros, apagados y tristes. Posteriormente el miedo imperante en la sociedad donde la protección era muy importante se tradujo en el diseño con cuellos altos, cerramientos y abrigos muy acolchados. Ahora en el 2005 ese temor está cediendo entonces aparece la superposición. El próximo verano llegará con colores y flores. En Europa, las sociedades muestran mucho bienestar que también se refleja en la moda con un estilo que hace mucho ruido por sus ornamentos, dorados y plateados. En este momento se puede apreciar con Dolce Gavanna o Versace.
-Ya sabemos que la moda no es materia exclusiva de las mujeres, ¿qué lugar ocupan los hombres?
-En este momento los hombres le están dando una importancia enorme a la imagen, el cuidado personal y el cabello. En Buenos Aires se equiparan al sexo femenino. La prensa los llama "metrosexuales" y se cuidan muchísimo, como Alejandro Fantino, Guillermo Andino o Nicolás Repetto.
-Entre tantas tendencias, ¿se tiene en cuenta la ecología en la fabricación de las prendas?
-La ideología del siglo XX fue de producción máxima para concluir en un consumo máximo. En ese contexto no importaba el cuidado de los recursos humanos. Al comenzar este siglo apareció una puja permanente entre los materiales con tecnología incorporada y los que no son ecológicos. La tendencia de preservación empezó a volcarse a la formación de los nuevos alumnos. Este nuevo concepto vino a desestructurar todo el sistema de la moda. Las ferias textiles lentamente están incorporando un espacio para las telas con tecnología incorporada. Alemania por ejemplo, es el país que hace punta en la preservación de la ecología. El INTI está estudiando la posibilidad de crear un gran laboratorio de ensayo para nuevos materiales.
-¿Qué pautas o conductas conlleva "vestirse a la moda"?
-En la moda existen dos elementos fuertes. Uno es el poder y las relaciones de poder que sirven al vestido y pueden reflejarse en la ostentación y en el estado de bienestar. Otro es la fuerte carga erótica y de seducción.
Paulina Schmidt
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