El titular de Economía embistió contra el populismo

El gobierno le bajó el tono a las diferencias con Lavagna

Aníbal Fernández negó una disputa ideológica, pero dejó en claro que el que manda es el presidente de la Nación

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, y los economistas Aldo Ferrer y Eduardo Curia, negaron ayer diferencias con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien criticó las políticas "populistas setentistas", en lo que algunos interpretaron como un tiro por elevación para el ala política del gobierno y los analistas económicos afines.

En sus dichos Lavagna apuntó anteayer contra los sectores que abogan por "el crédito fácil, los subsidios y la expansión del gasto".

Aníbal Fernández aclaró que el presidente Néstor Kirchner "no es alguien que esté estancado en una década determinada", para despejar dudas respecto de que las declaraciones de Lavagna pudieron estar dirigidas al jefe del Estado.

"El presidente tiene una visión muy dinámica de la economía y de las políticas que se deben aplicar en un país en el que está todo por hacer, después de la fenomenal crisis del 2001, con lo cual ninguna de esas opciones pueden ser motivadoras de un enojo del presidente", afirmó Fernández.

El titular de la cartera política aseguró que "el propio ministro Lavagna, cada vez que lleva adelante una estrategia política en el marco de la economía nacional, lo hace luego de haber sido aprobada por el propio presidente de la Nación".

"Así que nunca puede haber una disputa, porque el único habilitado y el único que toma decisiones en este gobierno es el presidente de la Nación", indicó Fernández.

Con todo, afirmó que las declaraciones de Lavagna "en algún sentido coinciden con el pensamiento del gobierno. No se pueden repartir beneficios sin riquezas", concluyó.

Por su lado, Ferrer afirmó que "no hay motivo para preocuparse" por las declaraciones de Lavagna, quien trabajó como asesor suyo cuando era ministro de Economía a principios de los 70.

Además, aseguró que la política del Ministerio de Economía "está en línea con el presidente, quien también es un hombre preocupado por las cuentas".

"Yo coincido con la idea fundamental" de Lavagna, remarcó Ferrer, quien destacó que la actual "política económica se caracteriza por haber recuperado la gobernabilidad del sistema a través de una fuerte solvencia fiscal, un tipo de cambio sostenible en un nivel competitivo, y una política monetaria ajustada a esos criterios".

En la misma línea, Curia afirmó que "si uno toma las cosas en abstracto, el decir de Lavagna es irreprochable", y puntualizó que "para un modelo como este, con tipo de cambio competitivo y una política fiscal de sintonía fina, la disciplina fiscal es el primer cable a tierra".

Por lo tanto, indicó que "si esta disciplina no se respeta, esto salta en mil pedazos. Lo que parece ser una advertencia, es impecable", insistió Curia.

lavagna cargó contra el setentismo.