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 miércoles, 18 de mayo de 2005  
Responsabilizan a un menor por un robo mortal
Lo cometió junto a un cómplice en febrero de 1999. Ahora es mayor y la Cámara rechazó su absolución

Ariel Etcheverry / La Capital

Vicente Angel Monzón era menor de edad cuando el 13 de febrero de 1999 irrumpió junto con un cómplice en una pinturería de barrio Godoy. En pleno asalto, con el dueño del local y un familiar encerrados en el baño, el dúo se cruzó con Oscar Tonelli, otro comerciante del vecindario que casualmente llegó a la escena del hecho para hacer unas compras. En segundos todo terminó en tragedia y Tonelli murió de un disparo que le dio en medio del pecho. Al cabo de un largo proceso, jueces de segunda instancia entendieron que el adolescente era "penalmente responsable" de robo a mano armada seguido de muerte.

El fallo de la sala II de la Cámara de Apelaciones de Rosario se conoció ayer y por consiguiente dejó sin efecto la absolución que el juez de Menores Juan Leandro Artigas había impuesto sobre Monzón. Por este episodio ya fue condenado a 17 años de cárcel Sergio Montero, el cómplice del adolescente, quien recibió la sanción a mediados de junio de 2001.

Ahora, el expediente judicial del menor volverá al despacho del juez Artigas, quien deberá decidir si le impone o no una pena de cárcel de cumplimiento efectivo.

Los jueces Humberto Giménez, Juvencio Liberal Mestres y Ramón Teodoro Ríos dieron por probado que Monzón participó en el atraco a la pinturería de La Paz 3891. El hecho ocurrió alrededor de las 11 de la mañana de un caluroso día de febrero. Dos delincuentes, uno de ellos con un revólver, ingresaron al negocio y controlaron bajo amenaza de muerte al dueño y a un familiar. Las víctimas fueron encerradas en un baño. Pero cuando los maleantes levantaban el botín, Tonelli llegó al comercio. El hombre era dueño de una sodería del barrio y tenía intención de hacer unas compras.


Una llegada fatal
Apenas traspuso el umbral del negocio se encontró con el salón despoblado. Entonces golpeó las manos para llamar a los dueños. Fue en esas circunstancias que aparecieron los dos asaltantes. En su momento se dijo que el comerciante reconoció al menos a uno de los ladrones como el mismo que lo había asaltado dos semanas antes en su sodería. Tonelli intentó escapar, pero fue alcanzado por los maleantes y comenzó a forcejear con ellos. La riña siguió en la vereda del negocio hasta que en un momento intentó incorporarse y allí recibió un disparo mortal en el pecho. Los asaltantes salieron corriendo y a pocos metros de allí robaron el Renault Clio de un vecino que estaba estacionado en la calle.

El primero que cayó detenido fue Montiel, en abril de ese mismo año. La Brigada de Homicidios lo arrestó en la villa de Alsina y Gálvez, muy cerca de donde había cometido el atraco mortal. El hombre admitió ante la fiscal Adriana Camporini haber sido quien efectuó el disparo que terminó con la vida de Tonelli y también identificó a su compinche. Poco después, Monzón fue apresado en el asentamiento de Pueyrredón y Centeno.

El juez de Menores Juan Leandro Artigas lo absolvió en primera instancia. Si bien el chico reconoció haber estado en el lugar del hecho, manifestó que no fue el autor del disparo y que al momento de ocurrido el hecho "estaba drogado".

El fallo fue apelado por la fiscalía y ahora la Cámara de Apelaciones entendió que Monzón "es penalmente responsable" del delito de robo calificado seguido de muerte. La base de la resolución es la propia confesión de Vicente, quien se ubicó en el lugar del hecho y también reconoció haber ido con Montiel a la casa de un tal Ramón L. para deshacerse del arma homicida.
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