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miércoles,
18 de
mayo de
2005 |
Impiden el remate de una vivienda única
Es de un matrimonio de 70 años que había hipotecado su casa. Otra subasta fue suspendida por la Justicia
La Asociación para la Defensa de la Vivienda Unica (Adevu) impidió ayer que se rematara una casa de Mendoza al 3300, donde viven Isidora Calderón y Herminio Blanguini, un matrimonio de más de 70 años. La subasta estaba prevista para las 17.45 en la Asociación de Martilleros (Entre Ríos 238) debido a que el juez Rodolfo Bruch no hizo lugar al amparo presentado por los damnificados. Pero la presión de familiares, amigos y miembros de la asociación hizo que empleados del mismo juzgado anunciaran la suspensión del remate porque no estaban dadas las condiciones.
También ayer otro matrimonio logró salvar su casa de pasaje Masaglia 3531, pero en este caso el mismo magistrado contempló la situación de la pareja y decidió la suspensión provisoria de la subasta.
Isidora y Herminio son un matrimonio de más de 70 años a quienes la crisis económica les hizo perder su local de sanitarios y los puso ayer al borde del martillo.
Presentaron un recurso de amparo con el objetivo de frenar el remate de su casa, pero el magistrado no hizo lugar al pedido. A raíz de esto, la pareja tuvo que esperar junto a amigos y familiares frente a la Asociación de Martilleros la subasta de su vivienda, que estaba prevista para las 17.45.
La casa había sido hipotecada por 40.000 pesos en 1992 ante el Banco HSBC. Pagaron cuotas de 1.200 pesos por un año, pero su local de sanitarios quebró y la crisis les impidió completar los pagos restantes.
Por eso ayer, a la hora en que la subasta de su casa estaba prevista, bloquearon las puertas de la Asociación de Martilleros. "Usureros" y "estafadores" fueron los calificativos que recibieron quienes intentaron ingresar.
Finalmente, la presión de la gente impidió el remate de la vivienda de Mendoza 3318. "El secretario del juzgado confirmó que el remate está suspendido", anunció el titular de Adevu, Marcelo Bonini, ante la inmensa alegría del matrimonio.
Unas horas antes, Juana Alvarez (70 años) y José Ceballos (74 años) también zafaron del martillo y lograron salvar su casa de pasaje Masaglia 3531. El hombre padece una afección respiratoria crónica que lo obliga a permanecer en reposo, con un tubo de oxígeno y una máscara a su lado. Era corredor de cereales, pero la debacle económica de los 90 lo obligó a pedir un préstamo en el ya disuelto Banco Mayo.
"No eran más de 2.900 pesos, pero no pudimos pagar porque mi marido quebró y se enfermó", contó Juana, a quien le reclaman 25.000 pesos. Junto a otros miembros de Adevu y la imagen de la Virgen del Rosario de San Nicolás, la mujer aguardaba ayer en Entre Ríos al 200 y allí llegó al mediodía la buena noticia de que el juez había suspendido la subasta.
A pesar de que se lograron frenar dos remates, Bonini aseguró que el panorama para lo que queda del año "no es sencillo" y explicó: "Ahora la ley impide ordenar remates por deudas hipotecarias, entonces van por las quiebras. De acá a fin de año, habrá unos 600 remates de viviendas únicas por quiebra".
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Fotos
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Integrantes de Adevu coparon las puertas de la Asociación de Martilleros.
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