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 domingo, 15 de mayo de 2005  
Entrevista. Jorge Sobisch asegura que en el 2007 competirá con Kirchner por la Presidencia
"El presidente se acostumbró a cazar leones en un zoológico"
El neuquino cree que el jefe del Estado solamente produce golpes de efecto. ¿Se une la centroderecha?

Mauricio Maronna / La Capital

El gobernador neuquino, Jorge Sobisch, ya está lanzado como candidato a presidente. Y entusiasmo no le falta: "Seré yo quien enfrente a Kirchner en el 2007", asevera en el marco de una entrevista con La Capital. "Descabezar las cúpulas de la Policía Federal, la Aeronáutica o el Ejército son golpes de efecto. (Kirchner) se acostumbró a cazar leones en el zoológico. Dispara, y todos dicen «qué buena puntería que tiene». En realidad no se inmiscuye con la raíz del problema, apenas busca preservar su imagen", grafica.

-Usted proviene del sur como el presidente y, por ende, debe conocerlo más que muchos. ¿En qué se parece el Kirchner actual -combativo, de centroizquierda, opositor de las corporaciones- al que era gobernador de Santa Cruz?

-Hace lo mismo que cuando era gobernador: tenía un discurso cuando estábamos en las reuniones de pares y luego salía con otra cosa. En los encuentros de gobernadores era el que más gritaba y después era el primero que acordaba con el Ejecutivo nacional. Ahora hace lo mismo: despotrica contra el FMI pero al momento de tomar decisiones perjudica a los obreros y a los futuros jubilados. En cuanto a su manera de hacer política, no modificó mucho su discurso, plagado de características demagógicas. El discurso de Kirchner tiene más que ver con lo mediático que con la búsqueda de soluciones.

-¿Por ejemplo?

-No existe una ley de coparticipación que contenga a las provincias, no se discute el sistema tributario ni se desarrolla un plan a favor de las economías regionales. El déficit también pasa por el sistema educativo, donde no se evidencian progresos.

-¿Por qué dice que el presidente caza tigres en un zoológico?

-Es así. Busca a aquellos sectores de la sociedad que están desprestigiados y los ataca sistemáticamente en función de las conveniencias. Lo hizo con los sindicalistas y con las Fuerzas Armadas. Eso le dio buenos resultados, pero ahora se equivoca al enfrentarse a la Iglesia. Descabezar las cúpulas de la Federal, la Aeronáutica o el Ejército son golpes de efecto. Se acostumbró a cazar leones en el zoológico. Dispara, y todos dicen «qué buena puntería que tiene». En realidad no se inmiscuye con la raíz del problema, apenas busca preservar su imagen.

-¿Admite que a la centroderecha, de la que usted forma parte, la atacó el virus del divisionismo?

-Hay una atomización de todas las fuerzas políticas. Dentro del justicialismo y del radicalismo existe un montón de corrientes internas, los partidos provinciales tienen fuertes debilidades y en la centroizquierda pasa lo mismo. Hay expresiones individuales pero no hay un plan que represente una línea de pensamiento. Cuando los partidos no tienen proyecto aparecen los discursos sesgados que tendrán más o menos éxito. Los argentinos no van a votar esa improvisación en las presidenciales. Si el gobierno sigue en la línea actual y no resuelve los problemas estructurales, la gente se volcará hacia los que muestren que tienen programas. El discurso tiene que manifestar gestión y realidad.

-¿Por qué hay que creer que usted encarna eso?

-Porque lo pongo en práctica con mi gestión en la provincia de Neuquén.

-¿Considera que en el 2007 habrá dos polos. Por un lado el justicialismo, liderado por Kirchner, y por el otro la centroderecha?

-Estoy convencido de que seré yo quien enfrente a Kirchner en el 2007. En algún momento la gente dejará de votar a los denunciadores y preferirá a los hacedores. Esta etapa se vivirá en el 2007, y yo me considero un hacedor.

-Usted hizo un frente con Mauricio Macri, quien a su vez está a punto de acordar nacionalmente con Ricardo López Murphy. ¿Ve probable una alianza entre los tres?

-El acuerdo que hice con Macri es muy práctico: trabajar para diseñar las políticas que nos permitan llevarles soluciones a los argentinos. Cuando llegue el momento electoral veremos a quién de todos los que estamos en la cancha elige la gente. En ese sentido, acordar con Macri me llevó diez minutos. Lo de López Murphy y Macri es ahora un acuerdo electoral, que no es malo, pero marca una diferencia: ellos tienen que competir en las legislativas de provincia de Buenos Aires y Capital Federal. Esto no invalida que mañana nosotros tres estemos juntos, sumado a otros referentes que quieran incorporarse al proyecto. Para El Movimiento, el 2005 es una etapa que se puede sortear con candidaturas o no. Las elecciones que vienen no modificarán en absoluto la política nacional, eso se dirime en el 2007.

-Pero el presidente plebiscitará su gestión en las legislativas.

-Ni él se lo debe creer. Nadie plebiscita su gestión en una elección legislativa. ¿O acaso no ganaron alguna vez Erman González o (Graciela) Fernández Meijide, entre tantos?

-¿A quién ve como potenciales aliados en Santa Fe?

-El potencial nuestro pasa por mucha gente que no se siente contenida en los partidos tradicionales. No puedo decirle: "Esta persona es nuestro referente".

-El presidente ha dicho que no quiere ser reelecto. ¿Usted le cree?

-A los hombres uno los evalúa por lo que hacen. Y Kirchner modificó la Constitución en Santa Cruz para quedarse eternamente como gobernador. Por esos antecedentes, no le creo. Y no descarto que llegue a impulsar una modificación de la Constitución para intentar quedarse en la Presidencia.


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"Nadie plebiscita su gestión en una legislativa".

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