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domingo,
15 de
mayo de
2005 |
Central lo pudo ganar pero Huracán fue superior: igualó 2-2
Desde la frialdad de los números, Central debería lamentar el empate 2-2 con Huracán en Tres Arroyos. Porque lo ganaba dos a cero, porque Ojeda le contuvo un penal a Caggiano y porque terminó jugando con un hombre más. Pero lo cierto es que el local fue mucho más, tuvo muchísimas oportunidades para ganarlo y finalmente el empate fue poco premio para el globito de Tres Arroyos.
Central empezó mal. Perdido en la cancha y sin reacción, Huracán llegaba una y otra vez contra el arco de Juan Ojeda. De arranque, el arquero dio rebote tras un tiro libre de Jeremías Caggiano y Gabriel González se perdió la apertura del marcador. Luego, Ojeda se quedó con un mano con Caggiano, el más peligroso del local. Y, a los 18’, Ronald Raldes derribó al delantero en el área y Daniel Giménez cobró el penal. El propio Caggiano se hizo cargo y Ojeda, ya convertido en la figura de Central, se quedó con el remate.
Era el momento de la recuperación de Central, pero el equipo de Angel Tulio Zof seguía sin animarse. Huracán era mucho más que su rival, tanto que la primera para el canalla fue a los 22’, con un cabezazo de Emanuel Villa que fue invalidado por posición adelantada. El local seguía en lo suyo: penetrar la última línea rosarina buscando las espaldas de la defensa, entrar con la pelota al pie y probar desde afuera.
Quedó comprobado que no era la tarde del globito cuando, a los 45’, una pelota rebotó en Martín Aguirre, derivó en el área de Huracán, le quedó a Andrés Díaz que entraba por derecha, zapatazo y gol. Central se iba al entretiempo con una inmerecida victoria parcial.
Más injusto fue que, cuando sólo iba poco más de un minuto del complemento, Germán Alemanno se llevara la pelota por derecha, sacara el centro al medio del área, Emanuel Villa la acomodara y definiera de media vuelta. Rosario Central festejaba un dos a cero que no había justificado en la cancha.
Sin embargo, Huracán no le dio tiempo a Central a acomodarse que, un minuto más tarde, Jonathan Vannieuwhoven lograba el descuento.
El local seguía siendo más, pero desperdiciando situaciones claras de gol. A los 6’, Ojeda dio rebote tras un remate que se iba afuera. La mala fortuna hizo que la pelota le quedara servida a Maximiliano Natalicchio, que sólo debía empujarla, pero el mediocampista la tiró afuera. A los 11’, Vannieuwhoven levantó la cabeza, Caggiano picó a espaldas de los centrales, recibió el centro y sacó un remate apenas desviado. A los 14’, Guillermo Imhoff sacó un gran derechazo que pasó rozando el palo. A los 16’, Caggiano la enganchó de volea dentro del área y se fue lejos.
Todo parecía a favor de Central con la expulsión de Aguirre, por doble amarilla, a los 24’. Pero, dos minutos más tarde, Caggiano remató entrando en palomita y marcó un golazo para poner el empate.
El partido se animó y se hizo de ida y vuelta. Central, en superioridad numérica, se vio obligado a ir a buscar el partido, pero el rival no se quedó atrás y siguió generando situaciones.
Un cabezazo de Villa se fue por muy poco, a Germán Alemanno le faltó puntería en un remate desde adentro del área, Silvio Dulcich alcanzó a manotear un cabezazo de Villa y, en la última, Marco Ruben tuvo un mano a mano para definirlo. Pero la suerte estaba echada. Fue un empate que pudo tener sabor a poco para el auriazul, pero también lo pudo perder.
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