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domingo,
15 de
mayo de
2005 |
Barcelona se quedó con el título español
Festejó después de seis años de sequía
Fernando Gabrich / Ovación
Barcelona (corresponsal). _ Ronaldinho corre entre fotógrafos e hinchas que invadieron el estadio Ciudad de Valencia. Su sonrisa parece más grande. Eto'o se pone la bandera de Camerún al hombro y se abraza con Deco. Xavi y Puyol no paran de saltar. Maxi López se olvida de su reciente operación y se mete en el festejo. El Pibe Messi está por allí, chocho de alegría dando la vuelta olímpica. Gerard se dedica a empapar a sus compañeros con una gran botella de cava. Mientras tanto, en la Ciudad de los Prodigios todo es fiesta. Bombas de estruendo que no paran de explotar. La Rambla esta poblada de catalanes borrachos de alegría. Delirantes. Toda Cataluña se entrega eufórica a su noche esperada. La noche en la que Barcelona se consagró campeón de la Liga. El decimoséptimo de su historia y tras seis años de sequía.
Barcelona llegó a Valencia sabiendo que la de anoche iba a ser su noche. Con el equipo llegaron también unos 11 mil hinchas. Y todo fue una fiesta. Real Madrid le facilitó las cosas ya que se dejó empatar ante Sevilla en el último minuto (el partido terminó 2 a 2) y de esta manera, el empate le serviría a Barcelona para ser campeón. Y los dirigidos por Rijkaard lograron el objetivo.
Perdían 1 a 0 ante Levante por un gol de Rivera. Y el equipo valencianista estaba haciendo mejor las cosas. Hasta que apareció, como siempre, Samuel Eto'o para marcar su gol número 25 y lograr la igualdad. Y el título. Porque el 1 a 1 les favorecía a los dos (Levante está peleando por no descender) y nadie quiso arruinar la fiesta del otro. Entonces todo fue esperar que el árbitro marcara el final del partido para dar inicio al delirio azulgrana.
Los periodistas fueron a buscar a Rijkaard. A Ronaldinho, a Puyol. Pero los jugadores no les hicieron demasiado caso. Se dedicaron a festejar. A descargar toda la tensión acumulada.
En la Rambla Catalunya la escenografía era muy simple: colores azulgranas, mucho delirio, gritos, bombas, cava, cerveza y un festejo que parece que nunca terminará.
La fiesta se hizo eterna. Había muchos años de frustración para un club acostumbrado a festejar. Por eso Puyol, el símbolo del equipo, no paraba de festejar. Es que después de mucho tiempo en la primera anoche ganó su primer título con el equipo. Igual que la mayoría de los jugadores. De hecho, el único jugador que ya había ganado un título con Barcelona es Xavi. El resto nunca había festejado como azulgranas. Y todos se habían comprometido para poder hacerlo. Lo lograron. Barcelona se consagró campeón. Lo hizo con justicia. Sin dudas, este Barça es el mejor equipo de España. Por mucha diferencia sobre el resto.
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