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domingo,
15 de
mayo de
2005 |
Cocina: platos y manteles
No son lo que parecen. No mi querida lectora, no me refiero a sus vecinos déjelos tranquilos, sino que tenga mucho cuidado en qué lugar compra las hierbas y especias, debido a que además de la adulteración de las que habitualmente son objeto, la higiene no es la más aconsejable. Desconfíe de precios sospechosos, sobre todo en los puestos callejeros. Por ejemplo ¿es posible detectar si un azafrán es genuino o es (con suerte) cúrcuma disfrazada? De entrada la cúrcuma suele otorgar una textura de engrudo a todos los platos en los que está presente. Si bien concede similar color a las preparaciones, no tiene el mismo sabor. Pero lo que más se distingue es el precio: mucho más barato. El genuino se encuentra entre las especias más caras del mundo.
Hablando de azafrán no debe dejar de usarlo en omelettes y es casi una obligación en guisotes jugosos de pescado. Pero si llegué demasiado tarde con esta nota, y es la feliz poseedora de un paquetito de cúrcuma no desespere que encontré una receta de pollo con cúrcuma que apaciguará su desengaño:
En una cacerola grande ponga dos cucharadas de aceite de maíz donde reahogará una cebolla picada fina unos cinco minutos a fuego lento. Añada un diente de ajo picado y cocine un par de minutos más para permitir que perfume el aceite. Agregue una cucharadita de cúrcuma diluida en un poco de agua o vino blanco. Añada un pollo cortado en presas y aumente el fuego cocinándolas hasta que se doren.
Sazone a gusto y vierta medio litro de caldo de ave. Al levantar el primer hervor, tápelas y baje el fuego continuando la cocción unos 45 minutos aproximadamente (lo que puede durar una charla por teléfono con su cuñada). Retire las presas y en la salsa añada dos cucharadas de jugo de limón dejándola sobre el fuego hasta que se reduzca y quede espesa. Se puede acompañar con arroz al natural. ¿Vio que todo tiene solución?
Un envase perfecto. El huevo es un alimento completo pero requiere de mucho cuidado en su manipulación. Bastará con seguir estas sencillas reglas para minimizar sus riesgos. Lo debe conservar fuera del calor o las corrientes de aire y lejos de otros alimentos. Un huevo fresco presenta una yema espesa y redondeada, y la clara límpida y concentrada (si presenta un aspecto acuoso estamos ante un producto no muy fresco). No lo ponga a hervir inmediatamente después de haberlo sacado de la heladera.
Hay que esperar un tiempo para evitar que se rompan por el shock térmico durante la cocción. Por lo tanto se guardan en la heladera pero se cocinan a temperatura ambiente. Para pelarlos mejor después de cocidos los debe pasar por agua fría. No es recomendable que los congele debido a que implica un gran riesgo de contaminación microbiana, además que al congelarlos se rompe la cáscara.
Delicia instantanea. Sorprenda con estos rapidísimos scones de queso a sus parientes y amigos.
Necesitará:
2 tazas de harina leudante
100 gramos de manteca
200 gramos de queso parmesano
2 huevos (uno para la masa, otro para pintar)
1 taza de leche
Mezcle todos los ingredientes y amase (o procese si es que todavía no la vendió) hasta formar una masa tierna. Estírela de unos dos centímetros de espesor y corte con cortante. Colóquelos sobre una placa para horno enmantecada, píntelos con un huevo batido colocándole encima de cada uno una cucharada de queso. Lleve a horno hasta que estén dorados.
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