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 domingo, 15 de mayo de 2005  
El juego, factor de desarrollo de los bebés
Un estudio de campo destaca la importancia de la asistencia temprana de las madres a sus hijos

Las madres que juegan con sus bebés, les leen cuentos y los arrullan contribuyen a que sus hijos desarrollen un psiquismo más enriquecido y se inserten mejor en el sistema escolar, según comprobó un grupo de psicopedagogas que presentó una investigación al respecto.

El libro "El placer de criar, la riqueza de pensar" es el resultado de un estudio de campo con las mamás de algunos de los barrios más pobres de la Ciudad de Buenos Aires, como la villa 31 de Retiro, Bajo Flores, Soldati y Mataderos.

Durante dos años, un grupo de profesionales coordinado por Silvia Schlemenson, profesora titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), trabajó con alrededor de 80 mujeres, madres de bebés y niños muy pequeños, en prácticas de crianza como la alimentación y la estimulación a través del juego y las palabras.

Madres y psicopedagogas se reunieron en forma semanal en comedores comunitarios, guarderías y centros de salud para recuperar, en cada encuentro, aspectos de su propia infancia (como las canciones y los cuentos que ellas recibieron de niñas) para transmitírselos a sus bebés.

"La asistencia temprana deja huellas indelebles y es condición necesaria para una inserción social y escolar satisfactoria", dijo, la psicopedagoga Marcela Pereira, integrante del equipo de investigación.

Pereira explicó que las mujeres no sólo asisten a sus hijos en cuestiones de autoconservación como la alimentación, la higiene y los aspectos que hacen a la salud orgánica.

"También les transmiten aspectos simbólicos a través de las miradas, los cantos y los mimos", destacó y dijo que estos aportes son fundamentales en la crianza y mejoran las condiciones de los niños que comienzan a hablar, actuar y desenvolverse en el contexto familiar y luego en la escuela.

Es lo que las psicopedagogas llaman "asistencia libidinal temprana" y explican que el psiquismo en estructuración del bebé requiere que en cada gesto que la madre hace al asistirlo se cuele un plus de placer, para que los cuidados no se reduzcan sólo a la subsistencia.

Este tipo de asistencia incluye juegos, mimos, arrullos, canciones, cuentos y demás estímulos, tan necesarios a la hora de garantizar un desarrollo integral de los niños como el alimento.


Recuperar el placer
"Apostamos a que las mamás recuperen aspectos placenteros de su propia crianza y cultura y se los transmitan a sus bebés", precisó Pereira y afirmó que "la asistencia libidinal temprana, garantiza una mejor inserción social y escolar".

La hipótesis que guió la investigación partió de la idea de que el deterioro material de las familias más pobres, fuertemente afectadas por la crisis económica, podría poner en riesgo la calidad de la asistencia temprana.

Sin embargo, las investigadoras concluyeron que el modelo de intervención, a través de reuniones y charlas con las mamás, es válido para todas las clases sociales y no sólo para aquellas que están arrasadas por la inmediatez de la supervivencia.

De hecho, las psicopedagogas intervinieron sobre problemáticas y conflictos que se presentan en la maternidad en todo sector social, más allá de sus particularidades.

La investigación, recientemente editada por Novedades Educativas, fue realizada a través de un convenio entre la Facultad de Psicología de la UBA y el Consejo de los Niños, Niñas y Adolescentes porteño.

Además, contó con el apoyo de Unicef Argentina bajo la premisa de que el 40 por ciento de las habilidades mentales de los niños se forma durante los tres primeros años de vida, período en el que la buena nutrición y los estímulos afectivos e intelectuales son vitales. (Télam)
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