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 domingo, 15 de mayo de 2005  
Opinión
Agua: la municipalización y los subsidios

Esteban Hernández

Mas allá de que la mayoría de los constitucionalistas piensan que el poder concedente natural es el municipio, en nuestra provincia la gestión del agua fue otorgada por el gobierno provincial a la Empresa Aguas Provinciales (APSF), diseñando un esquema que ha apuntado a atender la provisión de agua en parte de la provincia y estableció entre otros puntos el monopolio de la prestación de los servicios en 15 ciudades del territorio provincial. Estas ciudades, por estar dispersas en todo el territorio provincial y tener distintas poblaciones, obligan al prestador a organizar y mantener el servicio en forma descentralizada.

De informaciones extraoficiales sabemos que en el último año la empresa Aguas Provinciales facturó por sus servicios unos 150 millones de pesos, de los cuales entre 95 y 105 millones se facturaron en Rosario y su área metropolitana (que incluye además del Municipio de Rosario, los Municipios de Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria, Funes, Capitán Bermúdez y San Lorenzo). El resto, es decir entre 35 y 45 millones, en las otras ciudades de la concesión provincial.

También por declaraciones extraoficiales sabemos que el servicio sólo cubre sus costos en Rosario y su área metropolitana, y que en las otras localidades no se logran cubrir los gastos necesarios para prestarlos.

Por el lado de las inversiones para ampliar el servicio, la realidad indica que en estos años la red de cloacas y de agua potable no ha crecido y que esta falta de crecimiento se ha transformado en un obstáculo fundamental para el desarrollo económico de la región y para el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la provincia.


Inversiones
En estos últimos años se dio la paradoja de que el crecimiento de la red sólo se dio si los particulares o los municipio realizaban la inversión y se comprometían a donarla a la empresa para que esta tomara a su cargo la gestión del servicio. Así, en Rosario, por ejemplo, todas las redes que se construyeron aprovechando la remodelación de Pellegrini y de Oroño las hace la Municipalidad, y fueron donadas a la empresa, al igual que las 2.500 conexiones del Plan Hábitat ya realizadas. Es decir, las debe hacer la Municipalidad con fondos de los habitantes de Rosario.

Para que se entienda, los contribuyentes del gran Rosario con parte de sus impuestos subsidian la expansión de la red de agua y cloacas. También los habitantes del área metropolitana del Gran Rosario, que sería la única unidad de negocios que se autofinancia, contribuyen con el pago de las tarifas a subsidiar a la prestación del servicio en otras localidades que son deficitarias. Es decir, la unidad de negocios del gran Rosario debe aplicar parte de los fondos que recauda a sostener las localidades deficitarias.

También los habitantes del área metropolitana del Gran Rosario contribuyen con parte de los fondos que pagan a subsidiar la prestación del servicio a los habitantes carenciados de todas las localidades cubiertas por la concesión. Es de destacar que, pese a esto, el área metropolitana del gran Rosario alberga la mayor cantidad de habitantes de la provincia con índices socioeconómicos de indigencia y pobreza, y que estos son los que menos servicios han recibido en estos años.

En resumen, los habitantes del Gran Rosario con su dinero contribuyen a tres subsidios implícitos a favor del sistema de Aguas armado por la provincia. A saber:

1 Cuando las Municipalidades construyen y deben donar una red con fondos de impuestos municipales.

2 Cuando pagamos tarifas más altas para compensar los déficit de las otros localidades.

3 Con parte de los fondos para atender el servicio de agua de los sectores carenciados (lamentablemente sólo se les ha podido garantizar mínimamente el agua, no así, las cloacas).

Si la prestación del servicio de aguas es una responsabilidad provincial, que funciona para atender los déficit de prestación de algunas localidades y de los sectores carenciados con plata (subsidio implícito) que ponen sólo los contribuyentes de nuestra región metropolitana, hemos armado un sistema injusto.

Todos los habitantes de la provincia tienen derecho a tener un servicio de aguas y cloacas, aún en las localidades donde por su tamaño y distancia la prestación del servicio se torne deficitaria y, por supuesto, los sectores más carenciados. Pero este déficit debe ser absorbido con fondos de las arcas provinciales (fondos que se recaudan a través de los impuestos provinciales), no sólo con fondos aportados con los contribuyentes del Gran Rosario.

En un futuro esquema de prestación de servicio, tanto sea con un prestador privado o varios, o con una empresa estatal, debe quedar claro que hay localidades que deberán ser subsidiadas para dotarles de red y mantener el servicio, y deberá atenderse el servicio de agua y cloacas a los sectores más carecientes, pero este subsidio debe ser explicitado en los presupuestos provinciales y debe ser atendido por todos los contribuyentes de la provincia y no sólo por los del área metropolitana de Rosario como es actualmente.

Integrante de la Fundación Apertura
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