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lunes,
09 de
mayo de
2005 |
Inmigrantes en España
extreman huelga de hambre
Son unos doscientos indios
y pakistaníes que no han logrado entregar las solicitudes de regularización
Más de doscientos inmigrantes que reclaman ser regularizados en España decidieron ayer llevar al límite la huelga de hambre que mantienen desde hace treinta y cinco días pese a que fueron advertidos del riesgo que supone continuar con la medida de fuerza.
Los servicios médicos les advirtieron que de que de continuar en huelga de hambre sin azúcar ni suero sus vidas corren peligro, pero los "sin papeles" están decididos a continuar si el gobierno español no responde a sus reclamos.
Muchos de ellos, pese a su precario estado de salud, hicieron cola anteayer frente a las Oficinas de la Seguridad Social para entregar sus solicitudes de regularización en el último día del proceso fijado por el Estado.
Sus peticiones fueron decepcionadas y a cambio recibieron un comprobante de "inadmisión", lo que significa que tienen un mes de plazo para recurrir la decisión y presentar correctamente todos los papeles.
La gran mayoría de los inmigrantes, gracias a la solidaridad de vecinos y conocidos que firmaron como empleadores, consiguieron presentar su contrato como régimen de hogar, es decir, que son autónomos y ellos mismos pagan la Seguridad Social.
Pero muchos no tienen el certificado de empadronamiento con fecha anterior al 8 de agosto de 2004, por lo que a través de la huelga de hambre demandan una decisión política que les permita solucionar esta situación.
Además, unos doscientos inmigrantes que habían logrado las firmas de sus empleadores y, en algunos casos, el certificado de empadronamiento, no pudieron presentar las solicitudes de regularización anteanoche cuando hacían cola frente a la Delegación del gobierno central en Cataluña porque la oficina cerró al terminar el día.
Por estos motivos y debido a que otros muchos quedaron fuera del proceso, al día siguiente de finalizar la regularización los "sin papeles" no bajaron los brazos y al menos un millar se manifestó en Barcelona, en el centro de la capital catalana, y también en los barrios de Gracia, Sants y Cornellá, donde realizan los encierros.
El cuerpo como herramienta
Al atardecer, cuando todo parecía volver a la calma, se realizaron asambleas y los inmigrantes decidieron continuar con la huelga de hambre ya que su cuerpo es su única arma en esta lucha, porque como extranjeros "ilegales" no tienen otro tipo de derechos.
En su mayoría paquistaníes e indios, que histórica y culturalmente encabezaron la resistencia pacífica, son conscientes de lo que significa una huelga de hambre y "si no hay ni un solo motivo creíble para abandonarla no lo harán", afirma Raquel, de la Plataforma de Inmigrantes encerrados en el barrio de Gracia. (Télam)
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