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lunes,
09 de
mayo de
2005 |
Buscando
a Lautaro
Quiero contar una historia que le sucedió a Pablo Bommer. Muchos se preguntarán ¿quién es? Los que lo conocieron saben bien quién fue; lo mataron hace año y medio, él no estaba en Cromañon, ni manifestando y mucho menos en el motín de Coronda, pero al igual que ellos encontró la muerte. El iba camino a su casa cuando vio que la casa de su vecino sordomudo se estaba quemando y sin pensarlo rompió la puerta para salvarlo. Cuando quiso entrar este hombre aterrorizado por haber sido víctima de robos anteriores e incapacitado le disparó con su escopeta y así fue que Pablo se desplomó en los brazos de su madre, ante la mirada atónita de los vecinos. De esta manera Pablo se nos fue, era un pibe de "virtud" humilde, porque ser humilde es una disposición constante del alma que nos incita a obrar bien y evitar el mal, y también fue pobre porque muchas veces le chifló la panzita a él y a sus hermanitos. Pero como era de buena madera ante el hecho dantesco que sus ojos veían, reaccionó sin pensar que encontraría la muerte. Tenía 18 años y muchas ilusiones que jamás se cumplirán. Aquí termino con esta tragedia que nos conmovió a todos los que lo conocimos. Ahora les cuento la parte buena, hace unos días su mamá fue al cementerio y en su tumba encontró una carta, la leyó y quedó sorprendida. La escribía Lautaro, así se enteró que un pedacito de Pablo está en algún lugar de Rosario. Que nació el 20 de junio del 2004 y que tiene la carita de su papá Pablo. Para que esta historia tan desgraciada tenga un final feliz apelo a la solidaridad de todos ustedes para encontrar a la mamá de Lautaro, que no sabemos quién es y a la que queremos conocer. Esto le daría un poco de paz a Romina, la mamá de Pablo, que aún no pudo reponerse de su pérdida. En su nombre les pido que se solidaricen y hagan llegar cualquier dato al teléfono 4211098 o al 155716031.
María Garbagnati, DNI 5.701.179
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