[Memoria] "28 abriles. Imágenes de la resistencia"

El fuego de la dignidad

La historia de las Madres de Plaza 25 de Mayo es el tema de una muestra de fotos que se expone en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia

Paola Irurtia / La Capital

Las vueltas a la plaza, la sucesión de marchas, las interminables esperas son imágenes que están ligadas a las Madres de Plaza 25 de Mayo con la misma fuerza que sus reclamos por justicia y castigo. En Rosario las Madres hicieron su propia historia y la muestra "28 abriles. Imágenes de la resistencia", presenta esos íconos, junto a un aluvión de recuerdos y películas sobre historias de otros puntos del país que hicieron a la misma lucha.

La muestra, que se expone hasta el martes en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, fue organizada por los realizadores de la revista Alapalabra. Desde hace un año el equipo comparte la voz y la historia de las Madres en Rosario y el aniversario de la primera marcha en la Plaza de Mayo, que se cumplió el 30 de abril, les dio el motivo para exponer los recuerdos y el presente de la organización.

"Queríamos recordar la historia de las Madres de Rosario, exponer la memoria que tienen guardada en su casa -contó Pablo Alvarez, de Alapalabra-. Aunque como grupo se formó recién en 1981, las Madres rosarinas ya venían de golpear distintas puertas y viajar cada jueves a Buenos Aires para participar con las de Plaza de Mayo en la lucha".

La muestra está compuesta por las fotos que tomaron de las Madres rosarinas Mariana Lezcano, Florencia Bosio y Jorge Contreras. Una galería que recorre las rondas de los jueves en la plaza 25 de Mayo, reuniones y marchas en las que participaron. Y un panel de imágenes y recuerdos que completan las protagonistas cada día. "Es un panel en construcción para que ellas pongan fotos, recortes y poemas de ellas, de sus hijos o de personas que se los acercaron y son recuerdos importantes", dice Alvarez.


resistencia desde el arte
Las obras artísticas de las Madres son, para Alvarez, "otra forma de resistencia, desde el arte, junto a la lucha en la plaza y en la calle".

Entre los recuerdos se encuentran los avisos de recibos que el dictador Jorge Videla y su ministro de Interior, Albano Harguindeguy, enviaban como respuesta a las cartas en las que las Madres pedían información sobre sus hijos. Las fotos del viejo Comando del II Cuerpo del Ejército, ubicado en Moreno y Córdoba, donde hoy funciona un bar temático, retienen la memoria de esperas interminables en busca de información sobre sus hijos. "Pasaron horas sentadas allí -cuenta Alvarez-, resistiendo para ser recibidas". Las esperas en el Arzobispado de Rosario también retienen recuerdos de desazón para las Madres. "Muchas veces les decían que sus hijos estaban bien, cuando ya los habían asesinado", recuerda.

La muestra incluye además la exhibición de una serie de películas que reflejan luchas de otras madres o de otros hijos. La pelea de Nelma Jalil por su hijo Sergio aparece retratada en "El Rosario de Galtieri", del periodista Carlos del Frade y el grupo Octaedro. La de otra rosarina, María Irma Molina, recién fallecida, está contada por los periodistas de Alapalabra en "Desde el alma"; y "Sol de Noche" toma la lucha de Olga Aredes a partir del secuestro de trabajadores en el Ingenio Ledesma, en Jujuy. De otras luchas que marcaron la historia se presenta el video "En el nombre del padre", con testimonios sobre la jornada que marcó el Grito de Alcorta, en 1912, y otro que compila testimonios sobre la formación del Movimiento Agrario de Misiones.

"Son recuerdos que tienen que ver con el dolor, pero también con resistencia y con dignidad. Es ese fuego de la lucha que a pesar del dolor, la muerte, la destrucción, da fuerza para seguir de pie y homenajear a esa gente que peleó durante años para construir un mundo distinto, que peleó contra las injusticias e hizo con pequeños cambios un mundo mejor -dice Alvarez-. También es un recorrido que permite expicarnos por qué nuestro presente es así, con las desigualdades que tenemos". Otra página escrita contra el olvido, un paso más para que las historias no se pierdan.