No a la basura. Argumentan temor a la contaminación y que sus propiedades pierdan valor

Soldini busca evitar que le instalen un relleno sanitario

Los vecinos dicen que ya juntaron 140 firmas en el registro de oposición habilitado por la comuna

Delcia Karamoschon / La Capital

Soldini.— Los vecinos de esta localidad se reunieron ayer en el marco de la lucha que llevan contra la posible instalación de un relleno sanitario donde se depositaría la mitad de la basura de Rosario. Ambos municipios estarían en tratativas para firmar el convenio, instancia que dependerá de la opinión de los residentes del pueblo, quienes deberán expresarse por medio de un registro de oposición. Sin embargo, muchos consideran que este método “es arbitrario” y aseguran que superarán las 200 firmas que se necesitan para evitar el proyecto.

  Los propietarios de los terrenos lindantes a predio están preocupados por las complicaciones que traería a sus actividades rurales y las posibles contaminaciones. También dijeron que en la zona hay muchas casas de fin de semana y agregaron que las propiedades se desvalorizarán. Consideran que las consecuencias superarán a los beneficios y que la localidad perderá su condición de “oasis”.

  El ingeniero Tulio Domini es uno de los vecinos que se opone. Su campo —dedicado a cultivos y un pequeño vivero de flores y plantas para jardines— quedaría ubicado a 500 metros de donde se pretendería instalar el relleno sanitario. En una charla con La Capital aseguró que son muchos los que están en contra: “Hay cerca de 140 firmas registradas en el libro de oposición”, afirmó, cifra que se contradice con las 70 confirmadas este viernes por el presidente comunal, José Burgueño.

  “Lo que se dice en las explicaciones dadas por el periódico comunal es solo teoría, porque en la práctica no se cumplen todas las normas que corresponden”, afirmó Domini que se asesoró con una profesional de ingeniería sanitaria de la Facultad Católica de Química. Al tiempo que recordó que “la empresa que se encargaría del proyecto no ha cumplido con las normas en los otros rellenos que ha hecho”. A modo de ejemplo citó los casos de Gallego I y II: “Fueron clausurados por la Justicia y hoy toda la zona está contaminada con bacterias, metales pesados y no se pueden resistir los olores”.

  “Por más que se diga que en un relleno la basura se va tapando a diario, se trabaja a cielo abierto”, detalló. Asimismo, consideró que “para hacer bien las cosas hay que separar metales, vidrios y plásticos como se hace en Europa y acá se tira todo junto. Además la membrana puede ser perforada por vidrios, metales y productos químicos y después viene la contaminación de las napas de agua, e inclusive gran cantidad de enfermedades. La demostración está con la gente de Puente Gallego que sabemos también están haciendo reuniones para evitar que se concrete el proyecto ya que estarían más cerca del lugar que nosotros”, puntualizó.

  Por otro lado citó la desvalorización que sufrirán los terrenos lindantes y los perjuicios económicos “que son más grandes que los beneficios que puede traer”. En tal sentido, observó que “se formarán montañas de 20 metros de alto que solo servirán para tapar y arruinar la vista de todo lo que hay alrededor”. También consideró que “hay intereses distintos ya que el terreno que se piensa utilizar es apto para la agricultura por lo que se va a sacar la tierra para venderla”.

  Domini mencionó que el supuesto predio que se vendería tendría 22 hectáreas y pertenecería a una sucesión de varios herederos: “Los montos que ofrecen para la compra son altísimos y superarían hasta tres veces su valor pero estarían dispuestos a pagarlos para solucionar el problema de la basura de Rosario”.

Ventajas y desventajas

  Luego se preguntó: “No sé cual es el fondo de esto, el presidente comunal está emperrado en hacerlo cuando le hemos demostrado que todos los beneficios que cree que va a tener los perderá por los juicios que le harán”, y agregó que “es mentira que la gente del casco urbano no esté preocupada, muchos que trabajan en la comuna están en desacuerdo pero tienen miedo de perder el trabajo”. También denunció que “algunos empleados presionan a los que van a firmar” y remarcó que al libro de oposición “lo mantiene la secretaria en un cajón y se sienten molestos cuando uno lo pide”.

  Sin embargo, aventuró que “para cuando se cierre el libro seremos muchos”, aunque remarcó que “no sería nada raro que aún llegando a juntar las 200 firmas se haga todo lo contrario, porque cuando el dinero está de por medio puede suceder cualquier cosa. En ese caso se tomarán todas las medidas necesarias para evitarlo”.

  Por último, dijo que en el grupo de vecinos “hay gente más exaltada que yo porque vive en forma permanente cerca del lugar donde estaría el relleno”, y aseguró que seguirán haciendo reuniones: “Todavía hay personas que no están informadas ya que esto surgió medio a escondidas, incluso hay propietarios que viven en Rosario y que si no fuera por La Capital ni se enteraban”.

A pesar de las normas de higiene, los vecinos se oponen.