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 domingo, 08 de mayo de 2005  
Efemérides
Un 8 de mayo

Guillermo Zinni / La Capital

De 1794: Guillotinan a Lavoisier, el "Padre de la Química Moderna"
El químico francés Antoine Laurent Lavoisier nació en París el 26 de agosto de 1743 en el seno de una familia acomodada. Llamado el "Padre de la Química Moderna", demostró que la oxidación es una combinación del metal con el aire y que este último está compuesto por dos gases, a uno de los cuales llamó "oxígeno". En su obra "Métodos de nomenclatura química" estableció normas para nombrar cada compuesto basadas en los elementos que contienen, sistema que constituye la base de la nomenclatura actual. Escribió luego un "Tratado elemental de química", el que representa el primer texto moderno de esa materia. Mejoró el método para la iluminación y trabajó en la modernización de la agricultura. Pero con las ganancias que obtuvo por todo esto invirtió 500 mil francos en una sociedad privada que recaudaba impuestos para el rey. Cualquier dinero que sacaban por encima de la cuota era ganancia para la sociedad. Estos "granjeros de hacienda", como fueron llamados, fueron el grupo más odiado en la Francia de fines del XVIII. Lavoisier llegó a ganar de este modo la astronómica suma de cien mil francos por año y luego se casó con la hija de un importante recaudador de impuestos. En 1780 llegó a ser un miembro destacado de la Academia de Ciencias Francesa y en calidad de tal rechazó el ingreso a la misma de un tal Jean-Paul Marat, un ignoto periodista que se las daba de científico y que presentó para ser aceptado en la Academia un tratado que no tenían valor alguno. Marat nunca olvidó esto y cuando con el tiempo llegó a ser uno de los más importantes cabecillas de los hechos que desembocaron en la Revolución Francesa (1789) juró vengarse. Hacia 1792 los antimonárquicos radicales tomaron el control y proclamaron la República, y una de sus primeras ocupaciones fue dar caza a los granjeros de hacienda. Lavoisier fue entonces retirado de su laboratorio y más tarde arrestado. Cuando alegó que era un científico y no un recaudador de impuestos (cosa no del todo cierta), el oficial al mando contestó con una frase que se hizo famosa: "La República no necesita sabios". El juicio fue una farsa y Marat lo acusó de haber participado en imaginarios complots y pidió su muerte. A pesar de que el mismo Marat fue asesinado en julio de 1793, el mal ya estaba hecho. Lavoisier fue guillotinado junto con su suegro y otros granjeros de hacienda el 8 de mayo de 1794, a los 51 años de edad. El destacado matemático Joseph Louis Lagrange dijo entonces: "En un instante se perdió una cabeza que ni en cien años habrá otra igual". Pero a falta de cabeza, dos años después se empezaron a inaugurar bustos de Lavoisier por toda Francia.

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