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domingo,
08 de
mayo de
2005 |
Tecnología. La discusión involucra a Estados, empresas y consumidores
Libres o licenciados, jamás sin compu
La penetración del software libre en los hogares es todavía baja. El papel de
los programas truchos
La implementación del software libre avanza en los distintos estratos de la sociedad argentina: Estados, empresas y consumidores hogareños, aunque a diferentes ritmos. En cada segmento las variables que entran en juego son, entre otras, los costos y la autonomía para el desarrollo de tecnologías respecto de programas denominados propietarios (que cobran licencias).
En otras partes del mundo el debate está en el centro de la escena. Brasil se encuentra en una fuerte pulseada con Microsoft y al interior de gigantes informáticos -sobre todo fabricantes de fierros-, se apuesta a estas tecnologías para abaratar los costos en software y recuperar parte de la torta para el hardware.
La penetración en el mercado del software libre (que no necesariamente significa gratuito, aunque en inglés free tiene ambos acepciones) en la Argentina está lejos de los niveles alcanzados por los programas que corren bajo licencias, que llegan a niveles del 95% en el caso del Windows.
Están los que señalan que esto se debe a que todavía no existen aplicativos robustos en sistemas críticos para poder implementar programas de códigos abiertos y los que apuntan a la pasividad de los propietarios de las licencias frente al trucheo de los programas pagos, como mecanismo para "ganar" mercado. Siete de cada 10 programas de PC son ilegales.
Algunos especialistas del sector dicen que el acuerdo entre el gobierno nacional con Microsoft e Intel responde en parte a esta realidad: que la compañía de Bill Gates estudiaba una denuncia millonaria contra el Estado nacional por el uso de sus programas por los cuales no paga y por eso aceptó un blanqueo a través de la implementación del plan "Mi PC" para "achicar la brecha digital".
En este sentido, el Municipio de Rosario y el gobierno provincial decidieron no encarar una política de migración de los programas de software a los denominados libres. Desde fines del año pasado, ambos Estados tienen la obligación, por ley, de correr sus programas bajo esta modalidad, con algunas excepciones. Pero en los dos casos ya venían trabajando desde antes en la implementación de software denominados libres.
El gobierno municipal entró en una segunda etapa de implementación de un plan que arrancó la década pasada. Santa Fe recién a fines de junio tendrá reglamentada la normativa, aunque desarrolla programas a través de Dirección de Informática, desde la década del 60, cuando se creó el Prode. (ver aparte)
Del lado de las empresas, firmas integrantes del Polo Tecnológico Rosario (PTR) reconocen que hay crecientes pedidos de sus clientes para la instalación de software libre. La confiabilidad de estos programas y, sobre todo, la reducción de costos, lideran los motivos para mudar sus sistemas operativos y aplicativos. Además, a algunas empresas del sector les permite beneficiarse con la posibilidad de ofrecer servicios adicionales propios, en lugar de tener que enviar royalties fuera del país por el pago de licencias.
Más demanda
Javier Ferrero, gerente de tecnologías de la firma local Druidics, señaló que "muchas empresas están avanzando en la implementación de estas plataformas por una cuestión de costos", dado que prefieren el software libre "en lugar de invertir en licenciamientos", aunque en su empresa venden ambos servicios.
"Existe un crecimiento cercano al 40% en los pedidos para la instalación de software libre, debido a que también empieza a crecer la confianza en la plataforma", dijo el empresario, quien aseguró que aumentó fuertemente la instalación de estos programas en grandes compañías y empresas de servicios públicos.
Al igual que Ferrero, otros empresarios del sector explicaron que la mayor penetración todavía está centrada en las empresas de mayor porte que tienen soporte técnico dentro de sus equipos de trabajo, mientras que las pequeñas firmas o comercios, al no ser perseguidas para el pago de licencias, continúan utilizando programas licenciados por las facilidades que tienen para acceder a actualizaciones o soluciones de problemas.
Por esta razón, desde la Facultades de Ingeniería de Rosario están trabajando para el desarrollo de profesionales para cubrir esta creciente demanda. Inclusive firmaron convenios para el desarrollo de algunos sistemas bajo esta plataforma con empresas del sector privado.
En las empresas del Polo Tecnológico no hay una posición institucional, dado que dentro de esa entidad conviven distintas filosofías empresarias. Sí coinciden en señalar que los Estados deben tener una política hacia el software libre, ya que redunda en los costos para los ciudadanos.
Ricardo Marra, presidente del Polo, resaltó que "está de acuerdo con que se busque minimizar los costos y la autonomía para los ciudadanos", y, en ese sentido, consideró que los Estados santafesino y rosarino "deberían avanzar en transparentar y divulgar más ampliamente las compras, por ejemplo en la de equipos y soluciones informáticas a través de los créditos con los organismos multilaterales". Pero también las que hacen con partidas propias.
El empresario dijo que de esta manera el sector tecnológico de la provincia se vería potenciado, dado que en ese tipo de adquisiciones. La escasa información hace que las grandes compras terminen quedando limitadas sólo a grandes jugadores informáticos.
Consumidores hogareños
Entre los consumidores hogareños es donde aparece más retrasado este fenómeno. La facilidad y permisividad, casi como política, que tuvieron durante todos estos años los principales jugadores del sector, hizo que la mayoría de los usuarios de a pie adopte masivamente plataformas y programas licenciados a costo cero.
Por eso, la mayoría de las personas suelen tener las últimas ediciones de programas licenciados, que no tendrían si tuvieran que pagarlos, ya que están dolarizados y sus costos lejos están del ingreso promedio de los argentinos.
Carlos Airoldi, directivo de la firma mayorista local Air Computer y principal ensamblador de PC del país, reconoció que todavía en el segmento minorista no existe un boom en la demanda de plataformas de software libre. Y dijo que se podría llegar a producir un incremento si las grandes corporaciones del sector, como Microsoft, aprietan las clavijas para cobrar las licencias a los consumidores domiciliarios.
"La demanda empezará a crecer cuando Software Legal (entidad que agrupa a los gigantes informáticos) profundice su campaña para que la gente pague los royalties de sus productos", estimó el empresario.
Frente a este panorama, existen algunas ONGs que trabajan en la implementación de programas de código abierto, como son los casos locales de NodoTau y Lugro, que a comienzos de abril realizaron, junto con otras organizaciones de 14 países latinoamericanos, el primer Festival de Software Libre. Allí, a todo aquel que iba con su máquina le instalaban programas denominados libres (como Linux, Open Office o Mozilla).
Desde estas organizaciones consideran que el software libre ofrece ventajas de índole económica, social, operativa y de seguridad nacional. Y resaltan que cuando alguien compra un programa licenciado, por regla general el usuario no adquiere derecho de propiedad alguno sino que sigue siendo la compañía la dueña del programa.
En este sentido, países como Brasil y otros en Latinoamérica, China -junto con Corea y Japón-, Israel, Alemania y algunas regiones de España, por citar algunos ejemplos, están avanzando en la implementación de software libre en la administración pública. La autonomía y las posibilidades de desarrollo tecnológico propio, además de problemas como la seguridad, están moviendo a estos Estados más allá del ahorro en los costos en el corto plazo. En la Argentina, en algunos estratos se están dando los primeros pasos.
M.C.
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