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 sábado, 07 de mayo de 2005  
Otra vez. Fue cuestionada la actuación del jefe de la Brigada Antinarcótico por un procedimiento de mayo de 2003
Ordenan abrir una causa contra un subcomisario tras un juicio por drogas
Comandó el operativo que terminó con cinco condenados. Pero él quedó sospechado de extorsión y encubrimiento

Además de condenar a cinco personas por tráfico de drogas, la Justicia federal ordenó ayer por segunda vez en la misma semana la apertura de una causa contra el jefe policial del operativo que concretó las detenciones. Los cuestionamientos esta vez se orientaron hacia un ex oficial de Drogas Peligrosas, que revista con el grado de subcomisario, sospechado de participar en una extorsión y de encubrir a una persona involucrada en el delito que se investigó.

La resolución fue firmada por los miembros del Tribunal Oral Federal Nº 1, Otmar Paulucci, Laura Cosidoy y Santiago Harte. En ella se mencionó expresamente que el caso será informado por escrito a la jefa de la policía provincial y al Ministerio de Gobierno.

El oficial en cuestión es Marcelo Marcos, que se desempeñaba en el área de Inteligencia de la Dirección de Drogas Peligrosas en Rosario. El tribunal ordenó que se lo investigara por los presuntos delitos de encubrimiento y extorsión a pedido del abogado defensor de uno de los acusados. Los miembros del tribunal accedieron porque consideraron que, por lo que se había evaluado en la pesquisa, ese reclamo tiene sustento.

Fuentes policiales señalaron que el subcomisario Marcos actualmente se desempeña en la comisaría 17ª de Fisherton.

El lunes pasado el Tribunal Oral Federal Nº 1 había ordenado abrir causas a dos comandantes de Gendarmería Nacional y a dos oficiales de Drogas Peligrosas de la provincia tras un juicio oral por drogas, debido a irregularidades en la investigación. Los cuestionados fueron el comisario mayor Alberto Antegiovanni, que era jefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas, y el comisario Carlos Rodríguez, que ocupó el mismo cargo en Rosario.

Tras ello, la jueza Cosidoy denunció que existe complicidad entre policías y narcotraficantes. Sostuvo que los primeros cobran cuotas a los segundos por protección y que hasta los proveen de drogas para que las vendan en su beneficio. "Hay arreglos, hay protección. No hay otra explicación", señaló.


La audiencia de ayer
En el juicio que terminó ayer, cinco personas fueron condenadas a penas de hasta seis años de prisión, iniciado a raíz de un operativo antidroga ocurrido en mayo de 2003. Siete personas, que fueron detenidas por efectivos de Drogas Peligrosas de la provincia, estaban acusadas de distribución y comercialización de sustancias prohibidas. Los allanamientos se habían realizado en una droguería de Moreno al 3600 y en un local de Ricchieri al 3900. Cuatro de los acusados eran el núcleo de una misma familia, es decir padre, madre y dos hermanos.

El principal sospechoso fue Marcelo Vallejos, quien recibió la sanción más dura al ser considerado autor de tráfico y tenencia para comercialización de drogas. El tribunal le impuso una pena de 6 años de prisión. Durante su declaración indagatoria, Vallejos denunció ante el tribunal que había recibido presiones y que fue extorsionado por el oficial Marcos en una presunta combinación con un traficante de apellido Albarracín, apodado pantera.

Albarracín, según fuentes judiciales, aparece mencionado en varias causas por tráfico de drogas. La sospecha que recae contra el subcomisario Marcos es que, por alguna razón, dejó a pantera Albarracín al margen del caso que se terminó de juzgar ayer.

Por eso, sobre el final de la lectura de la sentencia, los jueces le ordenaron al fiscal federal en turno que inicie una investigación sobre esa cuestión y que las actuaciones sean puestas en conocimiento de la jefa de la policía de Santa Fe, Leyla Perazzo, y del ministro de Gobierno, Roberto Rosúa.

En cuanto al resto de los condenados, a Vallejos le siguieron en grado de responsabilidad María Villarruel y su hijo Juan Nobile, a quienes se les impuso 4 años y medio de cárcel. Por un tecnicismo legal, Juan llegó al juicio oral en libertad y así continuará hasta que la sentencia conocida ayer quede firme. "Si la sentencia es ratificada por la Cámara de Casación, tendrá que marchar preso", explicó un vocero judicial a La Capital. El padre del muchacho, José Nobile, fue absuelto por el beneficio de la duda.

Otra de las acusadas fue Gladys Centurión, quien recibió una pena de un año de prisión por tenencia de estupefacientes. Tras la audiencia, la mujer recuperó la libertad ya que se dio por cumplido el castigo. Néstor Cárdenes fue absuelto, pero continuará preso ya que tiene una cuenta judicial pendiente en la justicia ordinaria provincial. Finalmente Claudio Cuatrini fue sentenciado a dos años y medio por "tenencia simple", pero en virtud del tiempo transcurrido desde que fue detenido accedería en una semana a un régimen de libertad condicional.
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La jueza Cosidoy ordenó investigar al subcomisario Marcelo Marcos.

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