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sábado,
30 de
abril de
2005 |
El viaje del lector
Praga, ciudad de encantos y misterios
En la capital de la República Checa se lucen
el río, los puentes de piedra y los castillos
Es posible que hayan escuchado que Praga es la ciudad post comunista más próspera y estable, que su río Moldava está atravesado por puentes de piedra y que uno de ellos, el Puente Carlos IV, es en sí mismo una razón para visitar la capital de la República Checa.
Puede ser que hayan visto en los medios de comunicación que hay un castillo, una plaza con un reloj astronómico, un barrio judío con el cementerio más grande y mejor conservado de Europa, pero hasta que no se encuentren caminando por las calles de Praga, paseando entre la pesada niebla que la hace aún más misteriosa, no podrán comprobar que las cuatro décadas de comunismo por las que ha pasado se manifiestan aún hoy en su gente, en su idiosincrasia.
Eso quiere decir que en Praga se puede vivir la transición en un estado puro porque está en el aire.
Intenten ponerse en situación: han llegado a la zona 1 de Praga (que se divide en 6 zonas). Están en pleno casco antiguo. La curiosidad los lleva a la Plaza Vieja, punto estratégico para ver desfilar a los pequeños apóstoles que viven dentro del reloj astronómico, cada hora en punto, desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche.
Un mercado típico se levanta delante del Ayuntamiento. La gente es muy amable, los problemas comunicativos se solventan con buena voluntad y un poco de inglés.
Desde la plaza se puede ver una torre, y la intriga los lleva en esa dirección. Han hecho bien, el Puente Carlos IV les da la bienvenida. Es increíble, 500 metros salpicados de estatuas de santos, una vista del río Moldava realmente privilegiada y un paisaje precedido por el Castillo de Praga, antigua residencia de príncipes y reyes, actualmente sede presidencial.
Al final del puente, la otra torre da paso al barrio Malá Strana, donde sin duda encontrarán el lugar perfecto para hacer un brindis en honor a este sitio encantador.
¿Qué les parece la propuesta? También podrán visitar la sinagoga vieja-nueva, el templo de la Madre de Dios de Tyn, el templo de San Nicolás y hasta la casa de Franz Kafka, el autor del recordado cuento La Metamorfosis, experiencia a la que querrán someterse para desaparecer entre los empedrados y nunca abandonar la ciudad.
Liza Mariana Glikman (Ganadora de esta semana)
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