La inversión que pelea GM sería de u$s 350 millones

La filial local compite con las fábricas de Brasil y México. En la provincia se muestran confiados sobre el proyecto

Marcos Cicchirillo / La Capital

La prórroga del segundo turno de producción en General Motors allanó el camino para que continúen las conversaciones entre la automotriz y los gobiernos nacional y provincial para facilitar la radicación de una inversión que podría llegar a 350 millones de dólares. El proyecto, que consiste en la fabricación de un nuevo modelo mundial de la compañía, es codiciado por distintas filiales de la automotriz en todo el mundo y la planta de Alvear está en competencia.

La posibilidad de que Argentina se convierta en la plataforma de fabricación de un nuevo modelo comenzó a tomar forma a partir de las declaraciones realizadas en el verano pasado por una alta funcionaria de la empresa a nivel sudamericano. Volvió al centro de la escena en el marco de los tironeos y polémicas desatados en torno de la continuidad de los 320 contratos de trabajo involucrados en el segundo turno de producción de Alvear.

Si bien el gerente de Asuntos Públicos de General Motors Argentina, Sebastián Sarapura, aclaró en reiteradas oportunidades que esa radicación es por ahora sólo una posibilidad y evitó crear expectativas, en la provincia se encuentran especialmente entusiasmados con el asunto. El jueves, el ministro de Producción de la provincia, Roberto Ceretto, señaló que la paz alcanzada en torno de la suerte de los trabajadores del segundo turno allanaba el camino "para avanzar más rápidamente en las intenciones que tiene General Motors de nuevas inversiones".


Rosario en carrera
Más allá de la cautela de la empresa, trascendió que el proyecto por el que compite la planta de Alvear involucra una inversión de 350 millones de dólares y las otras alternativas son Brasil y México. La cifra está en línea con lo que invirtió la automotriz para levantar la actual fábrica. De definirse la radicación en Rosario, la cantidad de personal a ocupar superaría las mil personas y movilizaría un desembarco de nuevos proveedores, con un movimiento parecido al que significó la llegada de la empresa a mediados de los 90.

Aunque en los últimos años continuó realizando inversiones, la marca del chivo se sumaría así a la danza de anuncios que en lo que va de la administración Kirchner formularon Peugeot Citroën, Toyota, Volkswagen y DaimlerChrysler.

El proyecto que tiene bajo análisis GM incluye una ampliación de la planta actual y la instalación de autopartistas en los terrenos aledaños. Hoy la automotriz cuenta en Argentina con una plantilla de 1.500 trabajadores.

Aunque no se sabe nada del nuevo modelo, trascendió que en caso de fabricarse aquí podría llegar a ser exportado a mercados como el estadounidense.

En todo momento, la compañía prefirió separar las negociaciones para la ampliación de la planta de las que involucraron a la continuidad del segundo turno.

El gerente de Asuntos Institucionales de GM aclaró el jueves que no mantenían "conversaciones específicas" sobre la posible inversión. Pero desde el gobierno provincial admitieron que tras "normalizarse la situación" se abría el panorama "para avanzar más rápidamente en las intenciones que tiene General Motors de nuevas inversiones".

Las conversaciones para este paquete de inversiones también involucran al gobierno nacional. La devolución de los reintegros del viejo Plan Canje fue tomada por la compañía y el sector como una "señal positiva" para incentivar la inversión local.


El frente nacional
Sin embargo, las discusiones con el gobierno nacional pasan por algunos temas impositivos puntuales relacionados con algunos resultados fiscales de ejercicios anteriores de la compañía, pero por ahora la Nación ha mostrado una posición firme al respecto.

Aunque desde los distintos ámbitos gubernamentales confían en las posibilidades de la planta local, reconocen que será una ardua tarea, teniendo en cuenta que dentro de los rivales están Brasil, principalmente, y México.

La puja entre los socios del Mercosur se presenta justo al mismo tiempo que se debe negociar la relación bilateral entre Argentina y Brasil. Después de que se estableciera en 2002 un período de transición antes de la liberación del mercado prevista para el 2006 en el sector automotriz.

En otro orden, el ministro de Producción de Santa Fe se mostró ayer confiado en que la vigencia del segundo turno de producción anunciada el jueves pueda extenderse más allá de agosto, en la medida en que se mantenga la reactivación del mercado interno.

La filial local de la GM aspira a fabricar un modelo para exportar.