Los bolicheros reclaman más equidad al municipio

Los bolicheros de Rosario están que trinan. Es que hace tiempo vienen reclamando un cambio en la ordenanza que regula el funcionamiento de sus locales para permitir el ingreso de un mayor número de jóvenes y el único resultado de tantas gestiones favoreció solamente a quien preside la cámara que los agrupa, Daniel Alvarez, el titular de Madame.

Más de uno de ellos sospecha que el presidente de la cámara que nuclea a las confiterías bailables de la ciudad está actuando de contención para que nadie llegue con sus reclamos a la Intendencia y, a cambio de esa mediación, obtiene ventajas para su propio negocio que hoy es el único que tiene habilitados unos 2000 metros cuadrados de superficie, con lo que pueden ingresar cerca de cinco mil personas.

En tren de comparaciones todos mencionan a Satchmo, que también tiene amplias instalaciones, pero solo cuentan con habilitación municipal 750 metros cuadrados. Esto es porque existe un recurso para permitir mayores espacios que se denomina "zona de radicación". Y la decisión de que un boliche esté amparado por esta denominación es una atribución del intendente y tiene que ver con las características de la zona, donde entre otras cuestiones se considera si molesta a los vecinos que viven cerca.

Determinar por qué Madame obtiene regulaciones que Satchmo no puede conseguir es uno de los misterios que no se explican el resto de los bolicheros rosarinos que por estas horas planean plantarse ante la Municipalidad para exigir un poco más de equidad.