Año CXXXVIII Nº 48724
Información Gral
La Ciudad
Economía
Política
La Región
Opinión
Escenario
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Autos
Salud


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 17/04
Mujer 17/04
Economía 17/04
Señales 17/04
Educación 16/04
Salud 13/04
Autos 13/04

contacto
servicios
Institucional

 miércoles, 20 de abril de 2005  
El sucesor
Un calco doctrinal de Juan Pablo II
El ala conservadora de la Iglesia reafirmó el estricto verticalismo con un Papa firme como el anterior

Jorge Covarrubias

Ahora que se develó el misterio y que todo el mundo conoce el nombre del nuevo Papa terminaron las especulaciones. Mientras sesiona, un Cónclave de la plana mayor de la Iglesia en el que los cardenales juran guardar secreto bajo pena de excomunión es prácticamente impenetrable.

Desde que murió Juan Pablo II el 2 de abril, la prensa, los expertos, los vaticanólogos, religiosos, laicos, analistas y periodistas habían esgrimido una amplia gama de especulaciones sobre quién sería el próximo Pontífice.

En los últimos días la prensa italiana venía destacando algunos supuestos candidatos para suplantarlos al día siguiente por otros nombres, en muestra de la incertidumbre que planteó el anterior Cónclave hace 26 años, cuando ganó el candidato de nadie, que después fue el Papa de todos. Esta vez, sin embargo, Ratzinger estuvo en las listas de la mayoría.

Sea como fuere, dentro de ese fárrago interpretativo, la Associated Press extrajo algunas de las líneas de pensamiento que ocuparon a los analistas hasta el momento de la elección.


La ley del péndulo
Al igual que la ley de oscilaciones en historia y literatura, supone que a un Papa conservador seguiría uno liberal, a un Papa de personalidad desbordante sucedería otro más distanciado, y a un Papa más dictatorial seguiría otro más conciliador. Según esa ley, un candidato a suceder a Juan Pablo era el cardenal italiano Diogi Tettamanti, antípoda del Papa fallecido.

Para el padre Angel López, historiador de la Iglesia hondureña, esa ley del péndulo "es una afirmación temeraria".

"Es muy humano hacer comparaciones", dijo cuando se le consultó al respecto. "¿Que sea liberal y después conservador? Eso es para el mundo. La Iglesia no funciona así".

Por su parte el cardenal ecuatoriano Antonio José González Zumárraga, que por su edad no vota en el Cónclave, rechazó esa supuesta ley pendular ante una consulta.

"No hay leyes fijas que puedan aplicarse", dijo horas antes del anuncio. "Seguramente la Providencia Divina nos proporcionará el Papa adecuado para los tiempos que corren".

En cuestiones doctrinales, no hay duda de que el nuevo Papa Benedicto XVI seguirá la ortodoxia de Juan Pablo, pero en cuanto a carisma personal parece haber un abismo entre Ratzinger y su antecesor.


Wojtylismo sin Wojtyla
El vaticanólogo italiano Giancarlo Zizola dijo que los Cónclaves siempre han tenido "la función de reequilibrar el sistema direccional de la Iglesia Católica".

En una entrevista con la revista brasileña Veja conjeturó que si el actual Cónclave era largo sugeriría "un wojtylismo sin Wojtyla".

La brevedad del Cónclave, que sorprendió a todos, parece contradecir al experto, puesto que Ratzinger es un calco doctrinal de Juan Pablo y el más indicado a mantener la línea de su pontificado.


Continuidad o discontinuidad
El profesor Agostino Giovagnoli, catedrático de historia en la Universidad Católica de Milán, había aventurado que el próximo Pontífice "probablemente seguirá el camino trazado por el Papa anterior. Probablemente será un Papa de continuidad con Juan Pablo II".El profesor Agostino Giovagnoli, catedrático de historia en la Universidad Católica de Milán, había aventurado que el próximo Pontífice "probablemente seguirá el camino trazado por el Papa anterior. Probablemente será un Papa de continuidad con Juan Pablo II".

Pero Orazio Petrosillo, vaticanista del diario italiano Il Messagero, consideró que seguramente habrá "continuidad institucional" junto a la posibilidad de una "discontinuidad personal en el terreno carismático y profético".

No hay duda de que habrá continuidad institucional, y si hay discontinuidad personal se debe simplemente a que el nuevo Papa carece del carisma de su antecesor.


Imperialismo o descentralización
El ala conservadora de la Iglesia buscaba reafirmar el estricto verticalismo con un Papa firme como el anterior para reafirmar la "pureza" de la fe ante los embates del ala liberal. Esta, a su vez, procuraba hacer énfasis en la colegialidad, o sea, dar a los cardenales y obispos la función que algunos consideran les han arrebatado, que es la de ser consejeros del Papa con derecho a hacerse oír.

Para el padre español Tomás del Valle, que desarrolla una tarea pastoral y social entre los hispanos en Nueva York, "el gran problema de los cardenales es que se han encontrado con una herencia envenenada de Juan Pablo y que van a ver cómo desbloquear todo", mientras que hay quienes pretenden una "renovación del Sacro Imperio Romano".

La elección sugiere una victoria rotunda del ala conservadora proclamada por una mayoría de votos en un Cónclave inesperadamente breve. (AP)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Notas Relacionadas
Ratzinger, Benedicto XVI



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados