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 domingo, 17 de abril de 2005  
Una masacre esperable. Falleció Raúl Yanuzzi y las víctimas suman 14
La novedad de la muerte de otro preso no enrareció el desarrollo de la visita
Ayer entraron a la cárcel parientes de presos santafesinos. Hoy acceden los de rosarinos. No hubo incidentes

Carlos Roberto Morán / La Capital

Coronda.- Las primeras visitas de familiares a la cárcel de Coronda se desarrollaron sin incidentes y bajo estrictas medidas de seguridad luego de la masacre ocurrida el lunes pasado en la que murieron 14 internos. La lista de víctimas fatales se elevó a esa cifra al confirmarse ayer a la mañana el deceso de Jorge Raúl Yanuzzi, un preso rosarino -alojado en el pabellón 11- que murió en el hospital Cullen a raíz de las quemaduras que sufrió en el 80 por ciento de su cuerpo. Lo que distinguió a la jornada fue el relato de algunos parientes que sostuvieron la hipótesis de que la matanza pudo concretarse porque los internos se movieron en una "zona liberada" por los guardiacárceles.

En el día de hoy sólo se permitió el acceso a familiares de reclusos santafesinos, de acuerdo con lo establecido en el nuevo organigrama dispuesto por el Servicio Penitenciario. Hoy está previsto que accedan al penal familiares de presos rosarinos.

Las autoridades penitenciarias temieron que el clima, ya de por sí muy tenso, pudiera enrarecerse porque en el momento en que se producían las visitas a los internos de los pabellones 1, 3 y 5 se conocía el fallecimiento de Yanuzzi.

Mujeres con niños en brazos peregrinaron desde ayer a la mañana para tomar contacto con sus familiares en el interior de la cárcel y estallaron en llanto al manifestar la incertidumbre sobre la situación. "Hace cuatro días que no dormimos del miedo. Es la primera vez que mi hijo está preso. No sabemos cómo están, en qué van a terminar", relató Silvia, la madre de un preso santafesino de 28 años alojado en el pabellón 1, mientras aguardaba el ingreso al penal.


La evaluación oficial
El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, resaltó a La Capital al final de la visita que en la jornada imperó una "absoluta normalidad". El funcionario asignó a la visita "una importancia capital para contribuir a la tranquilidad, por el efecto de contención que supone para los internos la presencia de familiares y seres queridos".

En el presidio se montó un fuerte operativo de seguridad. Se reforzaron las guardias tanto dentro como afuera de la cárcel. El temor latente era que cuando visitaran la cárcel los familiares de los santafesinos pudieran llegar desde Rosario allegados a las víctimas con la intención de vengar la muerte de los presos rosarinos.

Sin embargo, nada de eso ocurrió. Se dispuso que los familiares fueran ingresando en grupos de a cinco y, antes de ingresar al interior del penal, fueron sometidos a una rigurosa requisa. Unos 150 efectivos del Servicio Penitenciario y de la policía provincial reforzaron la custodia del presidio.

Carlos Monti, el nuevo director de la cárcel, llegó al penal a media mañana y se reunió con delegados de los distintos pabellones y con las principales responsables de la prisión. En diálogo con los medios, el funcionario aceptó que, si bien se sigue viviendo un clima de intranquilidad dentro del penal, se están tomando medidas tendientes a recuperar de a poco la normalidad.

Monti reconoció que tanto los guardiacárceles como los internos temen que en algún momento se produzcan represalias. Consideró que la muerte de Yanuzzi "no altera" el clima que se vive rejas adentro y aclaró que ayer se concedió el recreo interno a los reclusos, aunque no a todos ya que los que participaron en el desmadre, como los del pabellón 7, permanecen recluidos desde el martes pasado en sus celdas.

Respecto de lo que podría llegar a ocurrir hoy, el titular de la cárcel corondina señaló que se reunió con los distintos delegados a los que les pidió "calma" y tiempo para distender la tensión que existe en este momento. También dijo que se han adoptado medidas para que no tomen contacto entre sí reclusos de los pabellones del ala norte, en los que se produjo la estampida. Según dijo, los delegados le trasmitieron su predisposición para que hoy no se registren incidentes.

Los familiares de los internos santafesinos comenzaron a dejar la cárcel cuando eran algo más de las 14 de ayer y la custodia en la cárcel, al menos la visible en su lado externo, era más reducida. Los familiares coincidieron en señalar que habían vivido una jornada de calma y, que dada la escasez de visitantes, pudieron estar más tranquilos que en anteriores visitas.

Dijeron que los internos no les hablaron de la masacre por dos razones: para no intranquilizar a sus parientes o a raíz de que están alojados en pabellones que fueron ajenos a la tragedia poco o nada pudieron saber sobre lo ocurrido. Sin embargo, algunos parientes afirmaron que hubo una "zona liberada" entre el lunes a la noche y la madrugada del martes.

Los familiares también aseguraron que los reclusos no habían recibido amenazas ni de parte de los internos ni del personal carcelario. En tanto, hoy llegarán los familiares de los internos rosarinos y está previsto que la custodia se refuerce.
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Familiares de los internos santafesinos esperan para ingresar.

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