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sábado,
16 de
abril de
2005 |
El día después de la rescisión
La empresa Aguas Provinciales dejó ayer en "manos del concedente", es decir la provincia la decisión sobre cuál será el desenlace de la prestación del servicio y desde la provincia argumentan que "están haciendo lo posible para mantener la concesión". Lo cierto es que nadie se anima a arriesgar qué sucederá si la maltrecha relación termina por cortarse. Por lo pronto, quienes analizan de afuera el tema prevén que la concesionaria se retirará pidiendo una indemnización a la provincia y si se calcula que aún le faltan 29 años de concesión, la misma será millonaria. Además, hoy la provincia mantiene deudas por las tarifas sociales (conocidas como las de los Fonavi) con la prestadora, que seguramente ésta incluirá en la cuenta. Del lado provincial, si bien dicen que no hay causales firmes de rescisión, existe una de peso y está ligada con las garantías que presentó la empresa al momento de la concesión. Por lo pronto y si la empresa da el portazo, la provincia está preparándose para seguir garantizando el servicio. Una fórmula sería la provincialización de la compañía, una opción que mira con cariño el gobernador Obeid.
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