Se normalizó la situación de los policías autoacuartelados

El grupo de policías nucleados en la Asociación Profesional Policial (Apropol) que ayer se había autoacuartelado para repudiar el crimen de un agente de Rosario y solicitar mejores herramientas de trabajo y una recomposición salarial, levantó esta madrugada la medida de protesta para dialogar con el gobierno.

Alrededor de las 4.30 de hoy, los policías regresaron a las calles luego de recibir una propuesta hecha por la jefa de la Policía, Leyla Perazzo, quien llegó a Rosario para encabezar las negociaciones.

Ayer por la mañana unos 100 uniformados se concentraron frente a las puertas de la Jefatura de Policía de Rosario para efectuar reclamos por mejoras en las condiciones laborales, tras el crimen de un agente, virtualmente fusilado cuando se le trabó el arma en un asalto a un supermercado de la zona norte.

La negociaciones con los representantes de la fuerza las encabezó la jefa de la Policía de Santa Fe, Leyla Perazzo. El Ejecutivo provincial se habría comprometido a la compra de nuevo armamento y pertrechos, y el otorgamiento de 500 pesos a cada agente, "por única vez, que sería abonado en los próximos sesenta días, para que compre su uniforme".

Por otro lado, se elevó un petitorio con otras cuatro demandas, que deberán tener respuesta en un plazo de 15 días: la asignación de 300 pesos al sueldo básico, el pago de 100 pesos mensuales hasta tanto el gobierno efectivice la entrega de uniformes, el pago de horas extras. También hubo compromiso de ambas partes de crear una comisión de trabajadores policiales para evaluar la cuestión salarial.

Respecto de la protesta de ayer, el ministro de Gobierno de Santa Fe, Roberto Rosúa, había admitido que "el reclamo de algunos se generó a partir de un hecho doloroso, que ha generado una reacción normal afectiva de los compañeros y familiares del muerto".

No obstante, calificó la acción de los policías rebeldes de Apropol como "entorpecedora, al impedir la entrada y la salida de patrulleros de la Jefatura".

Agregó que había instruido al jefe de la Policía de Rosario, comisario mayor José Maldonado, para que elabore "un listado de pedidos, exigencias y propuestas para ver cómo podemos resolver el conflicto".

Los uniformados le dieron el último adiós a Navarro.