| domingo, 20 de marzo de 2005 | Sin tregua. Historia de la medida que se anunció desde el despacho de Obeid Los entretelones de la conciliación que podría terminar con los paros docentes Después de dos intentos fracasados de tregua, el gobierno utiliza esta instancia para que vuelvan las clases El teléfono sonó en la redacción de este diario el miércoles, poco después del mediodía. "Estoy en el despacho del gobernador, llamen a (el secretario de Trabajo provincial Alberto) Gianneschi que va a dictar la conciliación obligatoria en el conflicto docente", dijo el hombre que trabaja muy cerca de Jorge Obeid. Sin embargo, Gianneschi se sorprendió con el llamado del cronista y sólo atinó a decir: "Nosotros no tenemos nada que ver con ese conflicto". ¿Qué sucedió entonces para que el secretario de Trabajo cambiara de parecer y un día después firmara la medida?, ¿acaso la conciliación fue una estrategia que se armó en el despacho del gobernador?. Estas preguntas forman parte de una trama que se venía estudiando desde hace días en reuniones de funcionarios. Cansados de fracasar en los intentos de tregua y en medio de un conflicto que se presentaba cada día más complicado, la conciliación surgió como el modo más eficaz para destrabarlo. Esta es la historia de cómo se llegó a plasmarla.
Si bien Gianneschi aclara que firmó la resolución porque le preocupó "el agravamiento del conflicto y que las partes no llegaran a un acuerdo", puertas adentro se sabe que la decisión fue tomada en el entorno íntimo del gobernador.
La Capital se contactó con Gianneschi el miércoles pasadas las 18. A esa altura, el funcionario aseguró no conocer nada sobre el dictado de una conciliación y hasta admitió que su área era "ajena al conflicto".
Pero un día después de dictada la medida, recobró la memoria: "El miércoles, cerca de las 17, me llamaron unos padres preocupados porque sus hijos no tenían clases y querían hacer una presentación solicitando la conciliación. Yo les dije que la hicieran el jueves a primera hora, además, en Santa Fe ya habían presentado una solicitud similar".
-Pero entonces usted ya conocía que se iba a dictar la conciliación y sin embargo dijo que ese conflicto era ajeno a su área.
-Sí, en realidad dije que no sabía nada porque estaba analizando el tema y quería esperar a dictar la medida.
A renglón seguido, admitió que la resolución se estudió en el seno mismo del gobierno. "Lógicamente que el gobernador estaba al tanto de esto, pero no era prudente decir lo de la conciliación el miércoles".
Gianneschi también reveló que "se mantuvieron reuniones con gente allegada al gobernador para saber si al dictar la conciliación éramos jueces y parte". Es más, esa medida "siempre fue una hipótesis que se manejó como manera de destrabar el conflicto docente".
Sin medias tintas, el secretario de Trabajo dijo que la conciliación "fue una decisión política", de la que, a su entender, "no participó la ministra de Educación".
Desde el vamos La estrategia fue cuidadosamente planeada. En el gobierno el conflicto aparecía como un tema largo y desgastante y que ponía de muy mal humor al gobernador.
Conocida es la pelea del ministro de Hacienda, Walter Agosto, con su par de Educación, Carola Nin, cuando el encargado de llevar los números de la provincia le anunció que "no había un peso más para aumentos".
Con este panorama de fondo, Nin salió a pedir una tregua pero sin especificar qué propuestas le presentaría a los maestros. La respuesta fue un "no" contundente.
Así, los chicos volvieron a pegarse el faltazo a las clases y los padres empezaron a impacientarse.
Una nueva propuesta, esta vez contemplando un cronograma de blanqueo de todas las sumas en negro que perciben los docentes fue el intento que el gobierno realizó para lograr la ansiada tregua. También fue rechazada.
La estrategia Ante este panorama adverso, comenzó a armarse la estrategia de la conciliación. Los encargados de llevarla adelante: los hombres más cercanos al gobernador. Tan cercanos, que hasta el secretario de Trabajo se sorprendió con la movida.
Después cambió el discurso, tanto que al día siguiente salió como tercero "neutral" a dictar la conciliación. El funcionario se preocupó en todo momento por dejar aclarado que no se estaba convirtiendo en juez y parte del conflicto, pese a que integra el gabinete de un gobierno jaqueado por los paros docentes y al cual la conciliación le cayó como anillo al dedo.
Así, en el entorno de Obeid se ilusionan con la idea de que Amsafé finalmente acate la medida y las clases se puedan dictar con normalidad.
Mientras tanto, el hombre "neutral" que dice no ser juez y parte viajó el viernes a Reconquista "en representación del gobernador para presidir un acto". Su resolución ya está firmada y pone a Amsafé en una encrucijada. Una movida orquestada en el mismo despacho de Obeid. enviar nota por e-mail | | |