El crimen de María, aún impune

La investigación del crimen de María Nazaret Melgarejo es una hoja en blanco. El joven de 21 años que estaba detenido como presunto autor del disparo que ultimó a la mujer recuperó la libertad en septiembre pasado, al obtener la falta de mérito por ausencia de evidencias en su contra. A Rodrigo Javier Zapata lo había apresado la policía cerca del comercio del barrio Las Flores Este donde habían balearon a la mujer, a las 18.40 del 16 de junio pasado. Un testigo describió a la policía la ropa del tirador y también la de su acompañante. Dijo que uno llevaba buzo rojo o bordó con capucha y pantalón negro; mientras que el restante vestía campera oscura y gorro negro. Por eso lo apresaron, junto a un menor de edad. Pero ningún vecino declaró en Tribunales algo comprometedor contra el detenido.

A Zapata lo habían apresado junto a un hijo menor de edad de Ariel Máximo Cantero, líder de la banda de Los Monos, una de las gavillas que disputa poder en la zona por el reparto de estupefacientes. Aunque algunos policías desligaron el crimen de la guerra entre bandas. Y el menor también fue desvinculado.

En la investigación realizada por Luis María Caterina, juez de Instrucción 4ª, se estableció que el disparo fue efectuado desde una altura de 1,57 metro. Lo que a su entender pudo corresponder al imputado. Pero también a cualquier persona con la misma estatura. "El disparo fue horizontal e ingresó en la base del cráneo", despejó la pericia balística, que sin embargo no pudo establecer de qué calibre era el arma usada ni la distancia del disparo.

Sin más pruebas que su detención en el lugar, Caterina decidió liberar por falta de mérito a Zapata. Y le pidió a la policía que aclare por qué no le sacó fotos al momento de la detención. El temor de los vecinos a sufrir represalias, consideró en su resolución, juega a favor de que el caso hasta el momento no haya sido esclarecido.