Planeaban vaciar cuentas bancarias con cajeros automáticos adulterados

Cinco detenidos en Buenos Aires por colocar frentes falsos en las máquinas para robar los datos de las tarjetas

Buenos Aires. - Cinco personas fueron detenidas en el barrio porteño de Palermo cuando iban a desmontar el falso frente de un cajero automático que previamente habían colocado en ese y otro banco para copiar los datos y claves de las tarjetas de débito y crédito de los usuarios y luego vaciar las cuentas. Los arrestos fueron el pasado 11 de febrero último, pero se difundieron oficialmente ayer en una conferencia de prensa convocada por la Policía Federal, luego de que un matutino porteño publicara una investigación sobre el caso.

Los detenidos son cuatro hombres venezolanos y una mujer argentina, todos de entre 25 y 35 años. Dos de los hombres "residían en el país desde hace dos o tres años y tienen antecedentes por delitos contra la propiedad", dijeron los oficiales que expusieron. La mujer es cuñada de uno de ellos y los otros dos venezolanos ingresaron recientemente al país. Ellos fueron quienes trajeron el frente del cajero, idéntico al utilizado por un tipo de esas máquinas, de las que hay pocas en el territorio nacional.

La banda había instalado el frente en un cajero del barrio de Núñez el 8 de febrero último y dos días después, lo pasó a una sucursal del Banco Río sobre avenida Santa Fe. Allí fueron apresados los delincuentes cuando iban a retirar la información de las tarjetas, grabada de una computadora portátil colocada debajo de una carcasa, réplica del frente original del cajero.

El plan de los delincuentes, que ya habían actuado en otros lugares de América Latina como Brasil y México, era descargar la información grabada y construir una tarjeta melliza para vaciar la cuenta de cada usuario que hubiera utilizado ese cajero.

"Detrás del falso frente del cajero "se había colocado una computadora portátil con tecnología touch-screen (al toque de pantalla), que permitía que cuando los usuarios tocaban la pantalla para colocar sus claves, el ordenador grabara la información", indicó la policía. De esa manera obtenían las claves secretas con las que operaban los clientes. Los restantes datos de las tarjetas los grababan desde una falsa boquilla donde se introduce el plástico.


Falsa leyenda
Cuando la computadora de los delincuentes había grabado los datos necesarios, aparecía en la falsa pantalla una leyenda que decía "Disculpe en este momento no podemos dispensar efectivo. La última operación fue cancelada" y devolvía la tarjeta. La banda también descomponía las otras máquinas que podían estar en el mismo recinto, de manera que el cliente debía retirarse del lugar, sin lograr concretar la operación.

En uno de los falsos cajeros, colocado en el barrio de Núñez, un cliente notó algo raro e hizo la denuncia. La jueza en lo Criminal de Instrucción porteña Alicia Iermini ordenó a la Policía Federal una investigación que tuvo su culminación en avenida Santa Fe al 3000, donde se apresó a tres integrantes de la banda cuando retiraban la grabación de datos.

Según voceros policiales, no hubo ningún damnificado "porque la velocidad de la investigación permitió desarticular la organización antes de que pudieran confeccionar las tarjetas mellizas y vaciaran las cuentas". Los detectives que expusieron no brindaron más información sobra la banda, por estar bajo secreto de sumario, en una causa caratulada como "estafa y asociación ilícita". (Télam)